Hace 10 años | Por vetusta a blogs.elconfidencial.com
Publicado hace 10 años por vetusta a blogs.elconfidencial.com

Cómo entender que la condena (a Fabra) sea sólo por no haber declarado a Hacienda un dinero obtenido de manera irregular. Y más allá aún, cómo entender que esta sea sólo una reclamación tributaria, que convierte el delito en rentable, por la que el condenado tendrá que abonar 1,3 millones de euros mientras que el montante de lo defraudado, el dinero que nadie sabe de dónde procede, asciende a más de 3. No satisfecho, sino “muy satisfecho”, dijo. Porque de las acusaciones de corrupción no ha quedado ni rastro tras la sentencia.

Comentarios

Amalfi

Aquí en España todos los sinvergüenzas como este y hay muchos tienen contactos en todos los sitios y por lo tanto la justicia también es diferente, porque ellos tienen ventajas que los de a pie no tenemos, y por lo tanto esta sentencia será un acuerdo llevado entre ambas partes, una persona roba por ejemplo una gallina para dar de comer a su familia y le caen 20 años eso es el principio de igualdad en la justicia.

D

La pasta que no se pueda justificar debería ser considerada como procedente de delitos.

francmsk

Igualito que Al Caponne

D

“Es cierto que la explicación que aporta para su retractación [el empresario Vilar] no es especialmente convincente. Sin embargo, la presunción de inocencia requiere prueba de cargo bastante, y es claro que los hechos denunciados en su día por el acusado Vilar respecto del coacusado Fabra presentan una gran generalidad, con ausencia absoluta de detalles descriptivos de las situaciones, momentos, ocasiones, lugares u otras circunstancias relevantes y sin, siquiera, precisiones respecto de apunte contable alguno del que puedan desprenderse esos pagos y de otros aspectos de lo confesado. Los hechos que se le imputan no han dejado vestigios objetivos”.

O dicho de otro modo, que queremos que en España, para condenar a alguien por un delito, primero se pruebe ese delito. ¿O ahora preferimos que no haga falta? Cuidado con la respuesta, no nos llevemos amargas sorpresas con el resultado.