La causa abierta contra Baltasar Garzón por declararse competente para investigar los crímenes del Franquismo va camino de poner en cuestión los cimientos de la sociedad democrática española y de las instituciones emanadas de la Transición. hoy se ha conocido la recusación formulada por la nieta de Juan Negrín contra varios magistrados del Tribunal Supremo, entre ellos, el propio presidente Carlos Dívar, lo que pone en seria duda la independencia de aquellos que pretenden sentar en el banquillo de los acusados al juez de la Audiencia Nacional.
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En el marco del Seminario Internacional de Derecho y Memoria Histórica que se celebra esta semana en la Universidad Carlos III de Madrid, y en el que han participado, entre otros, el magistrado del Tribunal Supremo José Antonio Martín Pallín, el Grupo de Investigación sobre el Derecho y la Justicia considera que la imputación del juez de la Audiencia Nacional por un delito de prevaricación y la inmediata suspensión de funciones que se prepara “ponen a la democracia española ante una triste realidad: el único perseguido penalmente en relación con los crímenes contra la humanidad de la dictadura franquista (persecución, torturas, asesinatos, desapariciones forzadas) es el titular del Juzgado Central de Instrucción. 5 de la Audiencia Nacional (Garzón), que fue el único juez que inició una investigación para su depuración”.
"El juez Baltasar Garzón está siendo juzgado por una sala del Tribunal Supremo en la que la mayoría de sus miembros juraron lealtad al Movimiento Nacional del franquismo."
(Tomado de su web de apoyo en Facebook)
#3 y comentado aquí también, perdonad que me cite:
garzon-recurre-auto-supremo-insostenible-incomprensible#c-16
Ojalá se depurase el estamento judicial de los viejos amigos del dictador.
¿Pero todavía le quedaba algún crédito?
#2 ahi le has dado
#2 no sólo el supremo, pretenden sentar en el banquillo a todo el orgullo de la España posdictatorial.
#14 quién te crees que le dio el cargo?
El manifiesto, para el que se solicitan admisiones en la dirección de correo electrónico hemosconocidolanoticia@gmail.com, lo firman también la política y abogada Cristina Almeida, el cantautor Paco Ibáñez, los escritores Fanny Rubio y Manuel Rivas y catedráticos como el arabista Pedro Martínez Montávez o el filólogo Joan Oleza. También suscriben el escrito el actor Jordi Dauder, el sociólogo José Vidal Beneyto, el hispanista Iam Gibson, el coordinador del grupo para la recuperación de la memoria histórica Matías Alonso Blanco, la abogada Gloria Wilhelmi, el penalista Miguel Ángel Rodríguez Arias y Carmen Negrín, nieta del último presidente del Gobierno de la II República.
Todos ellos muestran su "inquietud "por el hecho de que a los familiares "de las oficialmente 130.000 víctimas del franquismo se les sustraiga en nuestro país el mandato de la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas de reconocimiento, de reparación y de justicia". Añaden que los desaparecidos de las dictaduras "constituyen una realidad dramática en países hoy democráticos, y, en algunos lugares, han perdido el derecho de defensa, en tanto que sus verdugos han quedado impunes para siempre". Así lo reconoce la sentencia del Tribunal europeo de Derechos Humanos de 16 de julio de 2009, según recuerdan, "para el cual la ausencia de búsqueda oficial de desaparecidos supone un trato cruel e inhumano considerando a éstos víctimas de tortura".
Insisten en que la Convención de Ginebra, la Declaración Universal de Derechos Humanos y otras organizaciones advierten a la comunidad internacional que han de perseguir los crímenes contra la humanidad en sus distintos territorios. "Por ello nos ha llenado de orgullo que la justicia española haya abierto una gran brecha en la persecución de crímenes en otros países (Chile, Argentina, El Salvador, etcétera) cercanos. Sin embargo, ha callado de forma vergonzante acerca de la realidad de los crímenes en su propio país", reza el manifiesto.
"No podemos recibir parabienes en el extranjero por nuestro sentido de la justicia en la tutela de esos hechos cometidos en el pasado, y asistir a la vez al vergonzante y penoso espectáculo de sentar en el banquillo a uno de los jueces más respetados en todo el mundo en esta tarea de dar voz a las víctimas del franquismo, acusado de prevaricación por un "pseudo sindicato" llamado Manos Limpias que ensucia nuestras esperanzas de una justicia democrática", dicen los firmantes del manifiesto.
"El peor golpe desde el 23F"
Añaden, en referencia al sindicato que se ha querellado contra Garzón ante el Tribunal Supremo, que "quienes se pretenden llamar Manos Limpias, amparados en esta ocasión, ellos sí, efectivamente, por altos tribunales, lejos de exigir sus responsabilidades, prefieren sentar en el banquillo a un hombre decente, capaz de poner el ejercicio de su profesión a la altura, teóricamente hablando, de nuestra democracia".
"Por eso, nosotros también nos consideramos sentados en el mismo banquillo que el juez Garzón y estamos tristemente convencidos de que si la oblicua maquinaria puesta en marcha contra este magistrado avanza en el sentido que intuimos, asistiremos, en palabras de Manuel Rivas, 'al kafkiano proceso de un tribunal que encausa, en carne, a la Justicia, sufriendo con ello nuestra Democracia el peor golpe desde el 23F'", añade el manifiesto.
"Es increíble que veamos en estos últimos tiempos actuaciones de jueces que han merecido la repulsa del conjunto de la sociedad, sin que por los tribunales y órganos disciplinarios de la judicatura éstos hayan merecido un solo reproche corporativo cuando se han lesionado derechos fundamentales de la persona", continúa el escrito, que finaliza con una cita de Ernesto Sábato: "Su presencia será donde se halle un perenne alegato de libertad y democracia frente a quienes se consideran impunes".
#10 ¿Piden en ese manifiesto que el gobierno derogue la ley de amnistía? Seguro que no, prefieren decir que los crímenes quedan impunes, pero sin decir que sólo quieren juzgar los cometidos en nombre del franquismo y obviar los cometidos en nombre de la república. Cuando pidan al gobierno la derogación de la ley entonces diré que no pretenden un juicio político para escribir la historia a su manera. Pero no conviene que se vean las miserias republicanas. Ssshh!!
#18 Con eso no se atreven, quedarían con el culo al aire y saldrían y podrían ser juzgadas todas la barbaridades del Frente Popular. Y está claro que pierden, bueno, perdemos todos. Con lo que tenemos encima no necesitamos más problemas.
Bueno y esto es la opinión de un magistrado. No hay que darle la importancia que tiene: es su opinión. Parece que el resto, que son mayoría, creen lo contrario.
#21 El franquismo ya "juzgo" a su manera los supuestos crímenes de la república en tiempos de paz: fusiló a miles de personas, trabajos forzados, años de cárcel, exilio. Y cuando hablo de crímenes franquistas me refiero a los que hubo después de la guerra, que siguen impunes.
#18 Pues yo creo que a la mayoria de este pais nos gustaría ver esclarecidos todos los crimenes cometidos bajo la Guerra Civil, sean del bando que sea, me da igual que se enjuicien ( mejor dicho, se revise el juicio, porque ya fue juzgado bajo leyes franquistas )los fusilamientos de paracuellos siempre y cuando se enjuicien los de la plaza de toros de Badajoz.
La ley de Amnistia fue un instrumento que en su momento permitió enterrar las cuentas pendientes, en un momento que no era nada apropiado y habia que mirar al futuro. Ya hemos llegado a ese futuro, asi que es buen momento para meter el bisturí y tratar de curar la herida, que si no corre riesgo de enquistarse.
#26 #35 Aplicar justicia a unos casos si y a otros no arbitrariamente no es justicia. Uno de vosotros dice que lo de paracuellos ya se juzgo en el franquismo, no lo sé, pero es probable, pero en cualquier caso fue amnistiado por la democracia. Con lo que el resultado es el mismo. Y si lo que quieres es una investigación de los hechos exhaustiva, pero sólo eso, porque lo de paracuellos ya la tuvo, para eso no son los juicios sino los historiadores, porque los jueces tiene que investigarlo todo, y tratar todo por igual, y condenar, no unas cosas sí y otras no arbitrariamente como hace Garzón. Una de 2, o Garzón se ha saltado la ley o la aplica arbitrariamente. En cualquier caso eso es prevaricación.
Insisto, para lo que vosotros proponéis hay que cambiar la ley.
#18 Las "miserias republicanas" ya fueron convenientemente juzgadas en la postguerra. No te quiero ni contar lo cuestionable que es la imparcialidad de esos juicios (por llamarlos de algún modo).
Cuando yo estusié historia, todo lo malo que hizo la República venía detallado a más no mpoder en los libros de texto, pero ni una sola palabra de las fosas comunes, no ya de la Guerra Civil, sino de los 20-30 años siguientes al final "oficial" de la Guerra.
¿Alguien puede decir cuántos españoles (que no son de otro sitio) murieron sin juicio siquiera una vez llegó Franco al poder? Se sabe mucho de la época republicana, pero del lado oscuro del franquismo, por desgracia, no se ve más que la punta del iceberg.
Que ya hace 35 años que Franco murió, a ver si empezamos a ver la historia como lo que es: una relación de hechos en un contexto cronológico, y no una forma de ensalzar a unos y hundir a otros.
S!
#18 No me puedo creer que haya gente que piense como tú.
Un Gobierno republicano, elegido democráticamente, se ve envuelto en una guerra por un personajillo con ganas de mandar sobre todos, ese Gobierno y su gente pierden la guerra, aguantan 40 años de dictadura y represión y todavía dices que sus miserias también hay que juzgarlas.
Tócate los huevos...
Critica Juan Gelman proceso contra el juez español Baltasar Garzón
El poeta argentino Juan Gelman, cuya familia fue víctima de la dictadura de su país, manifestó su incomprensión por la intención de procesar al juez español Baltasar Garzón por prevaricación al investigar las desapariciones durante la Guerra Civil española y el franquismo (1936-1975).
“¿A proceso por su intento de juzgar crímenes de lesa humanidad?”, inquiere el poeta en un artículo publicado por el diario español El País, en el que muestra su estupor por el auto del Tribunal Supremo de España para juzgar a Garzón por ignorar “conscientemente” la amnistía de 1977, que dejó sin juicio los crímenes cometidos durante la dictadura de Franco y la Guerra Civil.
Gelman, premio Cervantes 2007, recordó cómo Garzón le atendió en varias ocasiones cuando presentaba internacionalmente el caso del asesinato de su hijo y la desaparición de su nuera.
Marcelo Gelman y su esposa, María Claudia García, fueron detenidos en Buenos Aires en 1976 por agentes de la dictadura entonces imperante en Argentina.
El hijo del poeta fue torturado y asesinado, y su cuerpo apareció más tarde en el Delta del Tigre, en el Este de Argentina.
María Claudia, quien se encontraba embarazada en el momento de su detención, fue trasladada a Uruguay, donde se había impuesto también una dictadura cívico-militar, y allí se perdió su pista.
Como se supo después, la nuera de Gelman dio a luz a una niña antes de que la hicieran desaparecer y el bebé fue entregado en adopción a una familia adepta al régimen uruguayo.
Tras una investigación de muchos años, Juan Gelman localizó en marzo de 2000 a su nieta Macarena, quien desde entonces ha unido sus fuerzas a su abuelo a fin de buscar justicia para sus padres.
Garzón “era el único juez ante quien podíamos hacerlo (denunciar la desaparición y muerte de sus familiares): no había otro en el mundo dispuesto a escuchar el relato de los crímenes cometidos por la dictadura argentina” , explica Gelman al recordar su reunión en 1997 con el magistrado español.
“Le volvimos a ver en 2000, esta vez para querellar a los represores de la dictadura uruguaya que asesinaron a mi nuera” y “le robaron la hija”, agrega.
Entonces, subraya Gelman en el diario español, “salimos de su despacho con alguna esperanza de justicia, la que esperaban y aún esperan centenares de miles de castigados por la espada en nuestro continente”.
Según Gelman, en la Argentina hay jueces “que violan el derecho de gentes, el derecho humanitario internacional (…) la moral y la ética más corrientes”, pero “Garzón no pertenece a esa tribu y que lo juzguen por hacer justicia, no se entiende”.
“No lo entendemos en América Latina. Tampoco en otras partes del mundo” , concluye el literato, residente en México.
El Supremo esta hundido en el descrédito desde hace ya mucho tiempo.
¡Simplemente, vergonzoso!. ¡El ridículo mundial!.
Bueno, Franco juró ser leal a la república, y mira.
Creo que esos viejos juramentos hoy en día no están muy vigentes.
#8 Bueno, por debatir algo, cuando Franco no hubo Rey, así que no puede haber queja.
#8: Ya pero es que Franco fue un traidor a España, mientras que aspiramos a que los demócratas lo sean por convencimiento y de buena fé.
#17 aaaa y entonces haber jurado hace años ante Franco, cuando había otro régimen, ¿hace que ahora sigas fiel a ese juramento?
No sé, me parece un argumento muy infantil.
Y lo han conseguido ellos solitos.
Internacionalmente, estamos haciendo el ridículo. No se puede comprender que un juez sea juzgado, por querer depurar crímenes, cometidos en una dictadura fascista.
"El caso Garzón debe hundir en el descrédito al Supremo"
luchemos porque así sea
Si el Supremo está contra la democracia y la verdad, que la democracia y la verdad actúe contra él.
Amnistía Internacional ve "inédito" que Garzón pueda acabar en el banquillo
Amnistía Internacional ve "inédito" que ...
discapnet.esLa responsable de Investigación y Políticas de Amnistía Internacional (AI), Giulia Tamayo, considera "paradójico" e "inédito a nivel mundial" que el juez Baltasar Garzón pueda ir al banquillo por intentar investigar crímenes de la dictadura de Franco y defender a sus víctimas. En declaraciones a Servimedia, Tamayo indicó que el proceso que podría obligar a Garzón a despedirse de la Audiencia Nacional "sintetiza la situación de extremo desprecio a los derechos de las víctimas".
#23 lo que es paradójico de esta srª/srta es que hable sin haberse leído la instrucción del juez porque salir ahora con que se le juzga por intentar juzgar las muertes, porque eso de crímenes hay que demostrarlo ¿no? durante la guerra civil es un poco osado. Se le juzga o intenta juzgar por posible prevaricación y posible cohecho. Y el que no lo entienda así es su problema no de la justicia española.
#29 Los enterramientos y fosas llenos de cadáveres fusilados al amanecer, son inventos de sus familiares, no existen.
No se que más demostración quieres.
Se nota que por suerte para tí y para los tuyos, no os mataron a ningún familiar.
Hoy, ni oro, ni plata, vivemos en tiempos de plomo. Que lo diga el juez Baltasar Garzón que, víctima del despecho de algunos de sus pares demasiado complacientes con el fascismo que perdura tras el nombre de la Falange Española y de sus acólitos, vive bajo la amenaza de una inhabilitación de entre doce y dieciséis años que liquidaría definitivamente su carrera de magistrado. El mismo Baltasar Garzón que, no siendo deportista de elite, no siendo ciclista ni jugador de fútbol o tenista, hizo universalmente conocido y respetado el nombre de España. El mismo Baltasar Garzón que hizo nacer en la conciencia de los españoles la necesidad de una Ley de la Memoria Histórica y que, a su abrigo, pretendió investigar no sólo los crímenes del franquismo sino los de las otras partes del conflicto. El mismo corajoso y honesto Baltasar Garzón que se atrevió a procesar a Augusto Pinochet, dándole a la justicia de países como Argentina y Chile un ejemplo de dignidad que luego sería continuado. Se invoca en España la Ley de Amnistía para justificar la persecución a Baltasar Garzón, pero, según mi opinión de ciudadano común, la Ley de Amnistía fue una manera hipócrita de intentar pasar página, equiparando a las víctimas con sus verdugos, en nombre de un igualmente hipócrita perdón general. Pero la página, al contrario de lo que piensan los enemigos de Baltasar Garzón, no se dejará pasar. Faltando Baltasar Garzón, suponiendo que se llegue a ese punto, será la conciencia de la parte más sana de la sociedad española la que exigirá la revocación de la Ley de Amnistía y que prosigan las investigaciones que permitirán poner la verdad en el lugar donde estaba faltando. No con leyes que son viciosamente despreciadas y mal interpretadas, no con una justicia que es ofendida todos los días. El destino del juez Baltasar Garzón está en las manos del pueblo español, no de los malos jueces que un anónimo pintor portugués retrató en el siglo XV.
SARAMAGO.
De entre las decenas de cartas de protestas que he leido estos días, hay una dirigida al presidente del Tribunal Supremo que me gustaría reproducir. Es de la 'Asociación de Familiares de Ejecutados en el Cementerio de Ocaña' y dice así:
Escrito que se presentará al EXCMO. SR. DON CARLOS DIVAR, PRESIDENTE DEL TRIBUNAL SUPREMO
Excmo. Sr.
Desde la Asociación de Familiares de Ejecutados en el Cementerio de Ocaña, 1939-1954, en lo sucesivo A.F.E.C.O. con el número de registro de asociaciones en Castilla-La Mancha 210036.
SE EXPONE:
Que hemos tenido noticias, de que este Tribunal que tan honorablemente Vd. Preside ha admitido a trámite la querella presentada contra el Sr. Juez de la Audiencia Nacional D. Baltasar Garzón Real, por la Asociación Manos Limpias, por prevaricación en sus investigaciones llevadas a cabo por los crímenes cometidos durante la Dictadura franquista y que en nuestro caso, podemos demostrar que en la cárcel de Ocaña (Toledo) llegaron hasta el 2 de Febrero de 1.954.
Dada la actitud de este Tribunal a cortar sistemáticamente toda iniciativa emprendida por éste y otros jueces a favor de la Recuperación de la Memoria Histórica, entendemos que se sientan acosados; desprotegidos y desamparados.
Por todo lo expuesto:
SOLICITAN:
Que sea sobreseída la causa abierta contra el Excmo. Sr. Juez de la Audiencia Nacional D. Baltasar Garzón Real ,y por consiguiente dé a lugar el archivo del caso.
Que este Tribunal que Vd. Preside, abra inmediatamente una CAUSA GENERAL contra el franquismo al igual que hizo contra el Pueblo Español el general golpista D. Francisco Franco Bahamonde.
Queremos expresar nuestra más enérgica condena por las actuaciones de este Tribunal llevadas a cabo contra el Sr. Juez D. Baltasar Garzón Real y nos solidarizamos incondicionalmente con el citado Juez.
Que este Tribunal que tan honorablemente Vd. preside haga públicas las repuestas a las siguientes preguntas:
¿Puede un País democrático permitir que miles de sus ciudadanos que fueron asesinados como animales, permanezcan enterrados al borde de las cunetas de las carreteras?. Les recordamos que estos cadáveres siguen desaparecidos y por tanto, el delito no ha prescrito, así como no prescribe según ningún delito cometidito contra la humanidad.
¿Puede un País democrático permitir que quien realizó estas matanzas de manera sistemática permanezca enterrado en el Altar Mayor de una Basílica Cristiana?
Es Justicia lo que pedimos.
Con esta actuación del Tribunal Supremo, parecemos una república bananera.
los que faltaba por "descreditar" en este pais
El mismo Rey no esta en el trono por sufragio universal sino a dedo del dictador, se entiende que mucha gente heredera directa de abusos de poder de Franco y algún viejo asesino se pongan nerviosos ante al idea de menear los Asesinatos de Franco. Los asesinatos de la república se juzgaron durante 40 años. ¿Cuando encontraran paz y justicia las víctimas del franquismo?
No lo estaba ya?
La sombra de la dictadura de Franco es alargada. No resulta fácil olvidar ese periodo prolongado de autoritarismo, sus miles de asesinatos, sus humillaciones, torturas y violaciones sistemáticas de los derechos humanos. Pero, precisamente por esas mismas razones, hay también muchas personas que no quieren que se recuerde.
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El proceso contra el juez es la última proyección oscura que nos lanza el franquismo
El proceso para suspender de sus funciones al juez Baltasar Garzón es la última proyección oscura que el franquismo nos lanza más de 30 años después de su muerte oficial. Dicen que Garzón tiene pocos amigos en el Consejo General del Poder Judicial, cuya Comisión Permanente es la que ha acordado por unanimidad iniciar los trámites para esa suspensión; que algunos no le perdonan sacar a la luz los trapos sucios del caso Gürtel; y que otros tienen con él viejas disputas que saldar. Pero todo comenzó, recordémoslo, cuando en mayo del año pasado el Tribunal Supremo admitió a trámite una querella contra Garzón por asumir la investigación de los crímenes del franquismo.
La democracia española y sus principales instituciones tienen un serio problema con las historias y recuerdos que afloran de la República, de la Guerra Civil y de la dictadura. Y todo se resume en un déficit de educación democrática y, como consecuencia de él, en la persistencia en el falseamiento de la historia, en no haber sabido poner en marcha políticas públicas de memoria para aprender de ese pasado.
Aprender, por ejemplo, de la Segunda República, un régimen sobre el que se pueden hacer diferentes valoraciones, pero que, en cualquiera de los casos, y comparado con lo que siguió, merece un puesto de honor en la historia de la política del siglo XX español. Nunca lo creyeron así los políticos de la Transición y nadie desde los poderes de la democracia actual se atreve a defenderla, pese a que España fue durante cinco años, el tiempo que los militares golpistas permitieron, una República parlamentaria y constitucional, con elecciones libres, sufragio universal y gobiernos responsables ante las Cortes. Casi nadie recuerda a sus dirigentes, muertos la mayoría de ellos en el exilio, a quienes presidieron sus instituciones, hicieron sus leyes y dieron el voto a todos los ciudadanos, incluidas las mujeres.
España comenzó los años treinta con una República y acabó la década sumida en una dictadura derechista y autoritaria. El discurso del orden, de la patria y de la religión, se impuso al de la democracia, la república y la revolución. La larga dictadura de Franco, que mató, encarceló, torturó y humilló hasta el final, durante cuatro décadas, a los vencidos, resistentes y disidentes, culpó a la República y a sus principales protagonistas de haber causado la guerra, manchó su memoria y con ese recuerdo negativo crecieron millones de españoles en las escuelas nacionales y católicas. Nada hizo la transición a la democracia por recuperar su lado más positivo, el de sus leyes, reformas, sueños y esperanzas, metiendo en un mismo saco a la República, la guerra y la dictadura, un pasado trágico que convenía olvidar.
Bastaron, sin embargo, tres años de guerra para que la sociedad española padeciera una oleada de violencia y desprecio por la vida del otro, por la deshumanización del contrario, sin precedentes. Por mucho que se hable de la violencia que precedió a la Guerra Civil, para tratar de justificar su estallido, está claro que en la historia del siglo XX español hubo un antes y un después del golpe de Estado de julio de 1936. Además, tras el final de la Guerra Civil en 1939, lo que se instaló en España durante mucho tiempo fue una historia de propaganda, mentiras, intimidación y crimen.
El juez Baltasar Garzón pidió investigar las circunstancias de la muerte y el paradero de decenas de miles de víctimas de la Guerra Civil y de la dictadura de Franco, abandonadas muchas de ellas por sus asesinos en las cunetas de las carreteras, junto a las tapias de los cementerios, enterradas en fosas comunes, asesinadas sin procedimientos judiciales ni garantías previas. Como los poderes políticos nunca tomaron en serio el reconocimiento jurídico y político de esas víctimas, fue un juez quien tomó la iniciativa, el mismo, por cierto, que actuó contra los GAL, envió a prisión a cientos de terroristas de ETA u ordenó el arresto de Augusto Pinochet.
En vez de permitir que ese pasado de degradación y asesinato político se investigue, de intentar comprender y explicar por qué ocurrió, condenarlo y aprender de él, un sector de jueces, de políticos y medios de comunicación se muestran encantados con la idea de sentar en el banquillo a Baltasar Garzón, inhabilitarlo durante el tiempo suficiente para darle la jubilación.
La posible inhabilitación de Garzón no hará desaparecer el recuerdo, el verdadero rostro de esa dictadura asesina, porque nadie ha encontrado todavía la fórmula para borrar los pasados de tortura y muerte, que vuelven una y otra vez. Servirá para demostrar, eso sí, la indiferencia y desprecio que algunos poderes siguen mostrando desde la democracia hacia la causa de esas víctimas y de todos aquellos que quieren honrarlas.
Julián Casanova es catedrático de Historia Contemporánea en la Universidad de Zaragoza.
El caso Garzón desacredita a los "grupos de pensamiento" que hay tras la denuncia, a los partidos políticos que les apoyan, y en general es la evidencia que en éste país de mierda la separación de poderes NO EXISTE.
No defendáis tanto a Garzón. Es un juez bueno, pero en este asunto presuntamente prevaricó a sabiendas-él mismo indicaba en un auto que no era competente- pero siguió instruyendo..., pensando que por la causa que era no le iban a amonestar y -no lo olvidemos- con el ánimo de fiscalía y gobierno, encantados con crear otro McGuffin con el que distraernos- pero las cosas en la Justicia no deben hacerse así. Yo creo que más que descrédito es una pequeña luz de desapego a las consignas, en una "democracia" donde los poderes Legislativo y Judicial están demasiado diluidos en el Ejecutivo.
Es vergonzoso que un tema tan básico como el de Derechos Humanos cause tanta discusión, deberíamos estar todos de acuerdo. Esto en el supuesto, claro, de que se hubieran depurado responsabilidades en su momento y actualmente sólo quedaran demócratas en el poder.
Qué ironía: partidos ultraderechistas contrarios a la democracia haciendo uso de las instituciones democráticas.
¡No pasarán!
´Y ya que sale la nieta de Juan Negrín, mejor que deje a la justicia en paz y aclare esto que seguro sabe algo:
http://memoriahistorica.rebeliondigital.es/1930-1939/1936-1939/1936-1939_documento_16.htm
El supremo son cuatro amigos franquistas
Pero es que tenía algun tipo de crédito despues de lo de Egunkaria?