Dentro de la tupida maraña de organismos que los Gobiernos autonómicos han creado a su alrededor hay un protagonista indiscutible: el consorcio. Su peso en la Administración regional continúa siendo apabullante, pese a los recortes que Hacienda ha obligado a hacer en los últimos años.
Lo mejor de las empresas públicas es que los controles no los hacen molestos interventores públicos sino que están bajo la legislación mercantil. Ni funcionarios independientes ni contrataciones por méritos ni leches, enchufeo choriceo a troche y moche sin controles públicos.
Las autonomias son 17, ¿quién espera que 17 haga menos que 1?
Cualquier persona que quiera que cierren su región tiene permiso para manifestarse y pedirlo.
#4 Otro camino es que las autonomias con ciudadanos que quieren centralismo en Madrid tengan centralismo en Madeid y las que no no. No es normal imponer autonomias a quien no quiere y centralismo a quien no quiere.
Los chiringuitos de empresas públicas así la deuda se pasa de las administraciones a estas empresas aparte de evitar trámites como concursos por un medio de selección más acorde al sistema político español: La selección digital
Comentarios
Lo de las CCAA es una vergüenza. Con tanto lío ya no sabe uno quién le roba.
Lo mejor de las empresas públicas es que los controles no los hacen molestos interventores públicos sino que están bajo la legislación mercantil. Ni funcionarios independientes ni contrataciones por méritos ni leches, enchufeo choriceo a troche y moche sin controles públicos.
#2 Es fácil: todos.
Contabilidad creativa marca España.
Hay dos caminos: suprimir las autonomías o suprimir el gobierno central. Lo demás es duplicar el despilfarro/robo.
El estado es uno.
Las autonomias son 17, ¿quién espera que 17 haga menos que 1?
Cualquier persona que quiera que cierren su región tiene permiso para manifestarse y pedirlo.
#4 Otro camino es que las autonomias con ciudadanos que quieren centralismo en Madrid tengan centralismo en Madeid y las que no no. No es normal imponer autonomias a quien no quiere y centralismo a quien no quiere.
Los chiringuitos de empresas públicas así la deuda se pasa de las administraciones a estas empresas aparte de evitar trámites como concursos por un medio de selección más acorde al sistema político español: La selección digital