La gotera del Congreso ha marcado el inicio del Parlamento tras el verano, un retrato brutal de un país instalado en la chapuza desde hace siglos. Pero hay otras goteras que no suelen salir en los papeles. Son las que cada curso aparecen en aulas y pasillos de colegios públicos. Esta mañana, sus señorías se han ido a tomar un café hasta que han limpiado el hemiciclo. En los colegios, muchas veces son los alumnos y profesores los que cogen la fregona y el cubo para recoger el agua y poder dar la clase.
Comentarios
Y lo peor es que muchas de ellas se arreglarían con poco más de 200 euros, mucho menos de lo que costaron las obras del congreso.
#1 Sí, pero es que 200€ no da para sobres.
#1 Pero el trasero de sus señorías "vale mucho".
Me encanta el contrapunto que pone este artículo.
Y además de goteras... Falta de espacio, baños poco accesibles para niños, patios claustrofóbicos, falta de personal...