Cada mañana, Jorge Luis Borges registraba sus sueños y luego utilizaba ese material para enriquecer sus ficciones. Ernesto Sabato tenía el hábito de incendiar por la tarde lo que había producido hasta el mediodía. Y Carlos Fuentes contó que componía "mentalmente" sus seis o siete páginas diarias en un paseo que incluía la casa de Albert Einstein, la de Hermann Broch y la de Thomas Mann, en Princeton. Pero de todas las historias sobre escritores a la hora de encarar la rutina del oficio, quizá la más singular pertenezca a...
Comentarios
Hay de todo. Por ejemplo, Jiménez Losantos se sienta en la taza del water cada mañana, se levanta, mira dentro y escribe.
Espero que no le hayan preguntado a Ana Rosa por el procesador de textos que usa.
Lo que está claro es que escribir es un trabajo y duro además, por lo menos a nivel profesional.
Muy interesante. De forma complementaria, recomiendo la lectura del blog Daily Routines (http://dailyroutines.typepad.com), que se dedica a recopilar entrevistas hechas a escritores, pintores, músicos, etc. en las que éstos reflexionan sobre sus hábitos diarios y manías personales. Entre algunos de los entrevistados recuerdo que estaban: Truman Capote, Paul Auster, Kafka, Flaubert...
El año que viene prometen sacar libro.
Lo curioso es lo que muchos artistas han dicho, que la tristeza es la fuente de las obras más bellas.
Y, hasta yo, que de artista no tengo nada, cuando he estado más triste he visto que escribía mucho mejor, con más intensidad emocional (ya sean emociones "alegres", "neutras" o "tristes").
Eso sí, dudo que la gente quiera estar triste sólo para crear mejores obras.
#7 Eso es así, como bien dices, siendo artista o no, yo suelo escribir, por gusto, sin más, a casi nadie le enseño lo que escribo, pero sí es verdad que en épocas de bajón moral, se escribe mejor y más, es como que apetece más incluso. Ahora estoy en una racha que estoy bien, y no escribo nada de nada, no se me ocurre.
#8 Algo así me pasa a mi, nunca suelo enseñar lo que escribo y, cuando estoy de buen ánimo, como ahora, si intento forzarme a escribir escribo peor. Las ideas están ahí, pero no tienen la intensidad que suelen tener cuando estoy emocionalmente peor.
#7 A veces simplemente no se puede salir del estado melancólico y la escritura es un método de evasión y disfrute. No es algo que escojas, pero como ya te ha escogido no lo rechazas.
A mí siempre me ha llamado mucho la atención el método de Breton y otros surrealistas, el de la escritura automática.
Ernesto, Ernesto... como te gusta trabajar doble! Para eso te hubieses levantado al mediodía directamente.
No está mal, algunas son curiosas. Pero se me hace muy escueto el artículo.
Curiosa la anécdota sobre la técnica de Borges.
Encontré poco interesante este artículo. Nada nuevo bajo el sol.
Que manera mas bizarra de reforzar la imaginación.
Un poco machista la entradilla, no?
#11 No
#11 ¿En qué parte de la entradilla, exactamente, se hace apología del linchamiento hacia alguna mujer...?
Has meado fuera del tiesto.
#17 En ninguna. Primero, busca el significado de esa palabra, y luego pregunta, si no quieres que te diga quién ha meado dónde.