Al Partido Popular le nacen disidencias internas. Dicen que hay que tener ‘mano dura’ con los casos de corrupción y la “falta de democracia interna”. Un grupo de afiliados y simpatizantes de base del PP, que ya se presentó como ‘Corriente Reformista’ en el Congreso del partido en Valencia ha retomado su actividad. Este movimiento ‘revivió’ como consecuencia de los últimos acontecimientos vividos en el seno del PP, en referencia al 'caso Gürtel' o al juicio contra el ex presidente balear Jaume Matas.
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Su presencia es más notoria en Madrid, Cataluña, Valencia, Andalucía y en menos medida Murcia. Aseguran contar con el apoyo de unos 3.000 afiliados, aunque la dirección general del Partido Popular minimiza la ocurrencia y afirma que no tiene noticias de ellos desde el Congreso de Valencia.
‘Corriente Reformista’ pretende que el PP combata con mayor contundencia los casos de corrupción que manchen la imagen de la formación, e incluir en los estatutos del partido listas abiertas y la elección de los candidatos a través de primarias.
Fuentes del PP explican que el proceso de primarias es válido en Estados Unidos donde no existen los partidos como tal, sino los simpatizantes. Añaden que el PP es democrático y que unas primarias supondrían peleas de poder como ha sucedido en el PSOE con Tomás Gómez y Trinidad Jiménez, y sucedió con las primarias de Almunia y Borrell.
Desde ‘Corriente reformista’ aseguran que en el PP no se les hace caso porque quieren dar la imagen de agrupación unida de cara a las próximas elecciones.
¿Serán tan ingenuos como parecen?, porque no hay otra explicación para alguien que está dentro de un partido y que por experiencia propia tiene que conocer como funciona la maquinaria.
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