Hace 11 años | Por garabito a revistapaquidermo.com
Publicado hace 11 años por garabito a revistapaquidermo.com

Hace veintiséis años, no existía en Costa Rica una ley que penalizara el acoso callejero. Al acoso callejero se le llamaba “piropo” y era algo por lo que yo debía sentirme agradecida. Hoy hay una ley que penaliza el acoso verbal y físico pero el piropo sigue existiendo. Existe como si tal cosa. Como si fuera incuestionable. Una no lo pide. La provocación, que está inscrita en el acto mismo de ser mujer, no deja lugar a dudas en el ámbito de la práctica de dominación.

Comentarios

ChukNorris

#0 Muy bueno al artículo, gracias por subirlo.

j_adoremoi

Por desgracia no conozco chica que no haya sentido ese asco especial cuando un desconocido te dice una barbaridad por la calle, así sin esperarla. Es un asco pegajoso, que cuesta quitarse de encima... no digamos ya si hay contacto físico, es horrible. Y hay tíos que parece que les pone dar ese asco, nunca lo he entendido.

D

Gracias por el artículo. Muy inteligente lo que sugiere y, doy fe, muy cierto lo que cuenta.