Ángel González García, don Ángel, como era conocido por todos, fue durante más de cuarenta años el cura de la parroquia de Artoño, en el municipio pondevedrés de Agolada. Muy querido y apreciado por todos, el sacerdote falleció el pasado 27 de octubre. Ahora volvió de nuevo a su memoria por un motivo bien distinto. Don Ángel no tenía el libro parroquial al día y faltaban anotaciones. Ni más ni menos que de los últimos dieciséis años, desde 1994.
Comentarios
En el registro civil si deben constar los matrimonios porque entonces no tendrían los libros de familia.
Los que se divorciaron se han beneficiado porque no tiene que hacer la nulidad eclesiástica (suponiendo que la quieran ejercer)
Y los familiares de los fallecidos pueden seguir cobrando las pensiones. Si es que todo son ventajas
#2 da igual. Todo pasa por el registro civil.
Lo que haya apuntado ese señor en el libro parroquial no tiene validez jurídica, como si le hubiese dado por apuntar nombres de pokemon.
#2 ... pero no pueden cobrar las herencias
Lo propongo para el premio "Procastrinador del siglo".