Quintás desaconsejó el uso de cigarrillos electrónicos a quienes quieran dejar de fumar porque “no dejan el hábito de tener algo entre los dedos, ni modifican su conducta, en este caso son más efectivos los parches”. Y dio mucha importancia al seguimiento farmacológico del paciente como mínimo de uno a tres meses para deshabituarse.
Comentarios
Además, se cuelgan mucho.
Evidente, que van a decir los farmaceuticos,que el tabaco como mejor se deja es con farmacos
yo meti linux en un cigarro electronico y ahora sabe a boquerones en vinagre