"Te voy a contar un secreto, me pongo muy contento cuando me entero de una deslocalización. Personas que se morían de hambre en el Tercer Mundo van a tener trabajo, van a empezar a integrarse en un sistema económico. ¿Por qué debería ser menos solidario con los desgraciados de la India o Bangladesh que se mueren de hambre que con el tío que cobrará indemnizaciones aquí? Es el futuro del mundo lo que está en juego, la paz, la prosperidad."
Cuando la gente defiende el proteccionismo en términos emotivos, no se da cuenta de que la "solidaridad con los trabajadores nacionales" es de forma equivalente "insolidaridad con los trabajadores extranjeros". Por no hablar de los demás daños que produce a la economía, no sólo a la internacional sino a la propia. Intentar frenar las deslocalizaciones a base de subvenciones es como intentar que los ríos fluyan hacia arriba: costoso e inútil.
#2 Eso es un análisis demasiado simplista. En primer lugar, presupones que empeora la calidad del empleo, cuando el hecho de que esos empleos se acepten nos indica precisamente que suponen una mejora para los trabajadores del tercer mundo, en la combinación ingresos + condiciones laborales (las fábricas son duras, pero el campo puede ser aún más duro). En segundo lugar, toda protección crea un coste; ese coste es algo que podemos aceptar sin problemas en el Primer Mundo (precisamente porque ya estamos desarrollados), pero encarece la mano de obra y por lo tanto daña la ventaja comparativa que permite el desarrollo de esos países. Por último, el crecimiento le proporciona al trabajador la libertad necesaria (en forma de salarios crecientes) para pedir esas protecciones en lugar de más ingresos y le proporciona al Estado los recursos suficientes para levantar los servicios públicos y los sistemas de protección social. Resumen: el crecimiento económico favorece la creación del Estado de Bienestar (es imposible levantar de la nada un sistema de sanidad público, universal y de calidad, o un sistema de protección frente al desempleo, etcétera), pero imponer restricciones/protecciones no favorece el crecimiento económico. Hay que avanzar paso a paso, pero intentar transformar un país subdesarrollado en uno industrializado con condiciones laborales a lo europeo de la noche a la mañana es 'termodinámicamente' imposible.
Generalmente, tratar de dirigir la economía a base de pensar que se puede obligar a la gente a ser generosa es una mala idea.
#3 Tú eres o aspiras a ser directivo de una multinacional, ¿no? Porque lo que me cuentas es la teoría, lo que dicen los libros, lo que llena los bolsillos de los directivos a base de joder al personal.
Pero la realidad es que la deslocalización no mejora las condiciones de vida ni crea ningún Estado de Bienestar, ni en Occidente ni en los países del Tercer Mundo. Que te despidan si te pones enferno no es Estado de Bienestar. Trabajar 12, 14 y 16 horas al día no es Estado de Bienestar. Tener que pagarte el médico tú si te rompes un brazo en horas de trabajo no es Estado de Bienestar.
La realidad es que como la ley (y el temor a la opinión pública) no permite tener esclavos en Occidente, tomamos esclavos en el Tercer Mundo. Y ojos que no ven, corazón que no siente.
Hay un punto intermedio entre estar contra las deslocalizaciones porque destruyen empleo en Occidente y estar a favor de las deslocalizaciones porque crean empleo (esclavizado) en países del Tercer Mundo.
Ese punto intermedio es deslocalizar PERO exigiendo que allá donde se lleva la fábrica, se implanten las mismas condiciones laborales que en Occidente: jornada laboral de 8 horas, vacaciones, cobertura sanitaria, baja por enfermedad y parto, permiso de paternidad, etc.
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Cuando la gente defiende el proteccionismo en términos emotivos, no se da cuenta de que la "solidaridad con los trabajadores nacionales" es de forma equivalente "insolidaridad con los trabajadores extranjeros". Por no hablar de los demás daños que produce a la economía, no sólo a la internacional sino a la propia. Intentar frenar las deslocalizaciones a base de subvenciones es como intentar que los ríos fluyan hacia arriba: costoso e inútil.
#2 Eso es un análisis demasiado simplista. En primer lugar, presupones que empeora la calidad del empleo, cuando el hecho de que esos empleos se acepten nos indica precisamente que suponen una mejora para los trabajadores del tercer mundo, en la combinación ingresos + condiciones laborales (las fábricas son duras, pero el campo puede ser aún más duro). En segundo lugar, toda protección crea un coste; ese coste es algo que podemos aceptar sin problemas en el Primer Mundo (precisamente porque ya estamos desarrollados), pero encarece la mano de obra y por lo tanto daña la ventaja comparativa que permite el desarrollo de esos países. Por último, el crecimiento le proporciona al trabajador la libertad necesaria (en forma de salarios crecientes) para pedir esas protecciones en lugar de más ingresos y le proporciona al Estado los recursos suficientes para levantar los servicios públicos y los sistemas de protección social. Resumen: el crecimiento económico favorece la creación del Estado de Bienestar (es imposible levantar de la nada un sistema de sanidad público, universal y de calidad, o un sistema de protección frente al desempleo, etcétera), pero imponer restricciones/protecciones no favorece el crecimiento económico. Hay que avanzar paso a paso, pero intentar transformar un país subdesarrollado en uno industrializado con condiciones laborales a lo europeo de la noche a la mañana es 'termodinámicamente' imposible.
Generalmente, tratar de dirigir la economía a base de pensar que se puede obligar a la gente a ser generosa es una mala idea.
#4 http://tinyurl.com/grasias/
BTW, justo me acordé antes de http://ksghome.harvard.edu/~drodrik/last.pdf (los países más abiertos al comercio internacional suelen tener sectores públicos mayores)
#1 Perdón por el negativo, la puñetera pantalla tactil entendio click en lugar de scroll
#3 Tú eres o aspiras a ser directivo de una multinacional, ¿no? Porque lo que me cuentas es la teoría, lo que dicen los libros, lo que llena los bolsillos de los directivos a base de joder al personal.
Pero la realidad es que la deslocalización no mejora las condiciones de vida ni crea ningún Estado de Bienestar, ni en Occidente ni en los países del Tercer Mundo. Que te despidan si te pones enferno no es Estado de Bienestar. Trabajar 12, 14 y 16 horas al día no es Estado de Bienestar. Tener que pagarte el médico tú si te rompes un brazo en horas de trabajo no es Estado de Bienestar.
La realidad es que como la ley (y el temor a la opinión pública) no permite tener esclavos en Occidente, tomamos esclavos en el Tercer Mundo. Y ojos que no ven, corazón que no siente.
#1 Te equivocas.
Hay un punto intermedio entre estar contra las deslocalizaciones porque destruyen empleo en Occidente y estar a favor de las deslocalizaciones porque crean empleo (esclavizado) en países del Tercer Mundo.
Ese punto intermedio es deslocalizar PERO exigiendo que allá donde se lleva la fábrica, se implanten las mismas condiciones laborales que en Occidente: jornada laboral de 8 horas, vacaciones, cobertura sanitaria, baja por enfermedad y parto, permiso de paternidad, etc.
Más en http://www.elpauer.org/?p=341