Da gusto leer alguna noticia sobre Islam donde no haya velos ni bombas. En este caso, el lío que tiene el astronauta malayo que va a subir a la Estación Espacial Internacional... en pleno Ramadan.
en cuanto vea a la Tierra desde la Estación Espacial Internacional abrirá los ojos a la verdadera religión, Asimov es el único dios y Arthur C. Clarke es su profeta.
Esto es lo que ocurre cuando se intenta encajar una concepción medieval del mundo con la realidad del siglo XXI.
Es muy fácil calcular donde estará la Meca en cada momento, pero resulta absurdo intentar rezar en una dirección concreta mientras se gira a tanta velocidad sobre la tierra.
Otra cosa que pide su dios es no tomar alimentos entre la salida y la puesta del Sol. Pero, oh problema, los astronautas dan vueltas tan rápido sobre la tierra que el día y la noche se suceden de forma diferente que en la Tierra y se hace difícil seguir esa norma.
La solución no pasa por encontrar formas rocambolescas de seguir preceptos anticuados, sino por abandonar los misticismos.
#3 Pues sí. Y también conviene no olvidar que es la misma estupidez supersticiosa que los astronautas –o los jugadores de fútbol– se persignen antes de empezar sus respectivos trabajos.
#2. Xalau, seamos fieles a las traducciones originales. Arthur C. Clark es su siervo y mensajero
#7. Caronte, la mayoría de la Sharia procede de cómo se comportaba el Profeta (Muhammahd, no Clarke); en el Corán apenas hay normativa. De ahí que lo de la calabaza y la zapatilla se hiciera en el Islam en el mismo momento de la Revelación... Por lo demás, es probable que en cada planeta ya haya un profeta local. Está tó previsto, infieles!!!
Comentarios
en cuanto vea a la Tierra desde la Estación Espacial Internacional abrirá los ojos a la verdadera religión, Asimov es el único dios y Arthur C. Clarke es su profeta.
Verás que al final lo que acabará con el Islam serán los viajes espaciales
Lo divertido vendrá cuando le toque rezar en el momento exacto de estar sobrevolando la Meca. Esperemos que sepa hacer el pino.
Esto es lo que ocurre cuando se intenta encajar una concepción medieval del mundo con la realidad del siglo XXI.
Es muy fácil calcular donde estará la Meca en cada momento, pero resulta absurdo intentar rezar en una dirección concreta mientras se gira a tanta velocidad sobre la tierra.
Otra cosa que pide su dios es no tomar alimentos entre la salida y la puesta del Sol. Pero, oh problema, los astronautas dan vueltas tan rápido sobre la tierra que el día y la noche se suceden de forma diferente que en la Tierra y se hace difícil seguir esa norma.
La solución no pasa por encontrar formas rocambolescas de seguir preceptos anticuados, sino por abandonar los misticismos.
#3 Pues sí. Y también conviene no olvidar que es la misma estupidez supersticiosa que los astronautas –o los jugadores de fútbol– se persignen antes de empezar sus respectivos trabajos.
Así nos luce el pelo.
Juas. Y el dios que todo lo sabe y todo lo vé, cómo que no incluyó una Sura: "Los viajes espaciales"
Que por cierto, si en un futuro se colonizaran planetas, sí que lo tendrían crudo
Puede probar a dar vueltas mientras reza, así en algún momento acertará.
#2. Xalau, seamos fieles a las traducciones originales. Arthur C. Clark es su siervo y mensajero
#7. Caronte, la mayoría de la Sharia procede de cómo se comportaba el Profeta (Muhammahd, no Clarke); en el Corán apenas hay normativa. De ahí que lo de la calabaza y la zapatilla se hiciera en el Islam en el mismo momento de la Revelación... Por lo demás, es probable que en cada planeta ya haya un profeta local. Está tó previsto, infieles!!!
#8 ¿Lo de la calabaza y la zapatilla no era Brian?