En aquellos años, en los no se conocen homilías semejantes a las de Romero por parte de Jorge Bergoglio en su país, el arzobispo de San Salvador no dejó de defender los derechos de los campesinos perseguidos, de los obreros y sacerdotes represaliados y de todo aquel que acudió a él en busca de ayuda ante la sangrienta represión militar que soportaba El Salvador.
Comentarios
Mientras Bergoglio callaba ante los asesinatos y torturas de Videla y compañía, Monseñor salió en defensa su pueblo:
Uno es ahora Papa, el otro fue asesinado al dia siguiente de pronunciar las palabras que recogen el video que he enlazado
La piedra de toque en Latinoamérica no va a ser si se hace santo a uno u otro,sino la actitud ante la teologia de
la liberación.
Cualquier dia aparecen misivas,que se carteban y se dira que eran muy buenos amigos. Haran santo a Monseñor Romero y todos felices.