Desde que se celebró el primer sorteo de la Lotería Nacional, en 1812, el coste de la vida, la cuantía de los premios y los salarios han cambiado mucho. Hemos echado cuentas y las cifras dicen que antes el "Gordo" nos hacía más ricos.
Lo del gordo es una chufa. Yo de normal juego a la primitiva, ya que un premio de 6 te puede solucionar y bien solucionada la vida (3 millones de euros no están nada mal). Sin embargo a la lotería nacional nunca... salvo en Navidades que viene uno que si con una participación. Que si en el currelo está el número de la empresa, que si tal y que si cual... Más que nada es comprar por que lo mismo toca... y al final te gastas unos cuantos euros y todavía estoy esperando que un año compense con algún premio de la pedrea lo que me termino gastando. Dichosa ludopatía social...
Se podría reformular: "Los salarios cada vez más flacos"
y comparar lo que se compraba hace 20 o 30 años con un salario medio y lo que se compra ahora.
Comentarios
Capitan Obvious al ataque!!!
Pues claro que un premio de 200.000 euros esran más antes que ahora. ¿Y?
Lo del gordo es una chufa. Yo de normal juego a la primitiva, ya que un premio de 6 te puede solucionar y bien solucionada la vida (3 millones de euros no están nada mal). Sin embargo a la lotería nacional nunca... salvo en Navidades que viene uno que si con una participación. Que si en el currelo está el número de la empresa, que si tal y que si cual... Más que nada es comprar por que lo mismo toca... y al final te gastas unos cuantos euros y todavía estoy esperando que un año compense con algún premio de la pedrea lo que me termino gastando. Dichosa ludopatía social...
Otra demostración de la irracionalidad del precio de la vivienda hoy día en España.
Se podría reformular:
"Los salarios cada vez más flacos"
y comparar lo que se compraba hace 20 o 30 años con un salario medio y lo que se compra ahora.
#4 depende en lo que lo midas. ¿cuántos billetes de avión a Londres se compraban antes con un sueldo, y cuantos de Ryanair ahora?
#5 Tienes toda la razón. Podemos ir a Londres a morirnos de hambre