Publicado hace 11 años por Maks85 a todosenfilaindia.blogspot.com.es

Un abuelo, emigrante español de los años 60, escribe una carta a su único nieto, que se ha visto obligado a emigrar a Alemania para huir de la precariedad y el desempleo que asola a la juventud. Dos historias separadas por 50 años que, sin embargo, poseen inquietantes similitudes. Dos historias que se miran desde la distancia. Dos historias que reflejan la desolación y la desesperanza de una generación que, como la de sus abuelos, se ve obligada a buscar un futuro lejos del hogar.

Comentarios

s

Españistán no tiene solución. Lo mejor es emigrar o esterilizarse para no tener hijos.

D

No, no se parecen en nada, malditos cursis que azotáis el mundo con vuestras ñoñerías.

Con veintiseis años en los sesenta ya estabas casado y con hijos, y dejabas aquí la familia, mujer e hijos, sin hablar alemán y sabiendo leer y escribir a duras penas, aparte venían de pasar los peores años de la historia reciente de España.

Lo de ahora es grave, pero está a años luz, y no, no se parecen absolutamente en nada. Los chavales que van para alemania tienen estudios, están bien alimentados y tienen el futuro por delante, y van y vienen en vueling cuando quieren y por cuatro duros.

Menos drama, que no es para tanto. El drama es el de la gente que no tiene esa opción de ir a trabajar fuera, y se quedan aquí pudriéndose.

C

Estoy de acuerdo contigo, #1 , en que, comparado con eso, la mayoría de los que hemos emigrado ahora, por muy perras que las pasemos, no llegamos a ese nivel de angustia. Marcharse es duro, claro, pero no es lo mismo echar de menos a tus padres y amigos que a tu esposa e hijos.

Yo lo pasé muy mal cuando decidí quedarme y buscar un trabajo en Helsinki pero ni se me ocurre pensar en cómo lo habría llevado a mediados del s.XX. Creo que la incomunicación -solamente cartas y quizá alguna llamada esporádica- me habría destrozado.

R

Debo estar muy sensible últimamente, porque ha sido leer esto y tener que controlar las lagrimas.