Mientras muchas mujeres hacen verdaderos sacrificios con dietas y horas de gimnasio demenciales para entrar y mantenerse en una talla 36 y así ajustarse a los cánones de belleza impuestos por el mundo de la moda, otras muchas han tirado la toalla y sueñan con despertarse algún día en el siglo XVII, donde las mujeres rollizas eran de lo más apetitosas y anheladas. Rubens nos lo dejó bien claro. Al igual que las modas y las costumbres, el canon de belleza femenina a tenido una marcada evolución a través de los siglos. [...]
Comentarios
Todas preciosas... Menos una
En realidad el canon de belleza de las mujeres siempre ha sido el mismo: parecer ricas. Cuando solo las ricas podían estar bien alimentadas, se consideraba bellas a las gorditas. Cuando las plebeyas se tostaban en el campo y las nobles pasaban el día en salones, se consideraba bellas a las pálidas. Cuando las trabajadoras pasaban toda su vida en un taller y solo las pijas viajaban por el mundo, se consideraba bellas a las bronceadas. Ahora que las mujeres normales comen comida basura o de tupper mientras las pijas comen alimentos ecológicos, se considera bellas a las atléticas.
...Y así toda la historia de la Humanidad.
#5 Curioso punto de vista, no sé si será cierto o no, pero tiene su qué.
Meter a la Venus de Willedor como canon de belleza es cuanto menos arriesgado. ¿Cómo saben que era un canon de belleza y no una grotesca caricaturización?
Kate Moss la tenía casi como una diosa, pero la cocaína es mala...
Michelle Jenner, adorable. Sólo por su sonrisa ya te encandila.
Salu2
Una teoría mía acerca de la delgadez de las modelos a ver qué os parece: Desde hace algunos años los diseñadores más afamados son mayoritariamente hombres y homosexuales. Es decir hombres a los cuales las mujeres no les resultan sexualmente atractivas, de ahí que elijan para sus desfiles mujeres delgadas en las que los atributos femeninos más característicos (caderas y senos) pasan lo más desapercibidos posible.
Para mi gusto, las mujeres lo más naturales posibles, con sus curvas, sus arrugas, sus defectillos. Incluso sin maquillar, todas bellas a su manera.
A mi novia la llamé "mi venus de Willendorf". Bueno,a mi ex.