Si los contratos se negociaran como en el sector privado, es decir, si optaran por agrupar facturas, exigieran ofertas por antigüedad, o evitaran subidas abusivas de las tarifas, las cuentas públicas estarían mucho más saneadas de lo que están en la actualidad.
El primero obstáculo para obtener buenos contratos lo tenemos en la misma Ley de Contratos de las Administraciones Públicas. La Administración suele comprar muy caro.
Hombre a mi lo de renegociar me parece buena idea,pero creo yo que ahorrarian mas si cojieran y empezaran a dejar de cobrar comisiones,y dar "regalos" a amigos,para obtener ese jugoso contrato gubernamental.
Y como bien dice #2 encima toca pagar,que lo de nuestro gobierno(hablo de CC.AA. ,ayuntamientos y cabildos,no se como va el estado),es una barbaridad,la de gente que hace su inversion en la empresa por tener un contrato del gobierno,y luego ese contrato los hace llegar a la quiebra,porque acaban cobrando un año despues.
El Gobierno no va a hacer nada que signifique doblar el lomo, aunque solo sea encima de una mesa, sobre todo teniendo en cuenta que ya ganan lo suficiente y roban otro tanto para vivir como Dios.
Comentarios
El primero obstáculo para obtener buenos contratos lo tenemos en la misma Ley de Contratos de las Administraciones Públicas. La Administración suele comprar muy caro.
#1, compra caro porque sabe de antemano que tardará muchísimo tiempo en pagar, y cada vez tarda más.
Hombre a mi lo de renegociar me parece buena idea,pero creo yo que ahorrarian mas si cojieran y empezaran a dejar de cobrar comisiones,y dar "regalos" a amigos,para obtener ese jugoso contrato gubernamental.
Y como bien dice #2 encima toca pagar,que lo de nuestro gobierno(hablo de CC.AA. ,ayuntamientos y cabildos,no se como va el estado),es una barbaridad,la de gente que hace su inversion en la empresa por tener un contrato del gobierno,y luego ese contrato los hace llegar a la quiebra,porque acaban cobrando un año despues.
¿¿Y las comisiones qué??
El Gobierno no va a hacer nada que signifique doblar el lomo, aunque solo sea encima de una mesa, sobre todo teniendo en cuenta que ya ganan lo suficiente y roban otro tanto para vivir como Dios.