Publicado hace 12 años por Amaltea2012 a amaltea2012.blogspot.com.es

La secta del perro, Diógenes Laercio y sus seguidores vivieron una existencia sin apego por los bienes y placeres materiales con el fin de obtener el mayor goce al que puede aspirar el ser humano: la libertad sin límites. No es necesario llegar a los extremos del ideal cínico para sobrevivir sin grilletes, o al menos aflojándolos un poco. La virtud, en contra de lo que pregona la publicidad, la posee quien pasa de largo ante las seducciones del consumismo y la apariencia social de éxito.

Comentarios

JoulSauron

#0 Has enlazado a todo el blog en vez de a la entrada que quieres enviar, sería conveniente que lo cambiaras porque si no es erróneo: http://amaltea2012.blogspot.com.es/2012/05/la-felicidad-del-perro.html

Amaltea2012

¡Caray, no me había percatado! Voy a ver si lo arreglo. Gracias.

Amaltea2012

Estoy intentando desfacer el error pero no me deja acceder a la edición de la historia, o yo soy muy torpe. En fin, lo dejo para luego. A ver si la próxima historia la enlazo correctamente.

D

#3 Hay otro error en la entradilla. Diógenes Laercio era el historiador, no el auténtico y genuino Diógenes; aka: Diógenes a secas, el aludido Diógenes de los perrillos, Diógenes el Cínico, o Diógenes de Sinope para los menos amigos.