"La picaresca sigue existiendo en España, como en otros países; no tenemos la exclusiva de ningún vicio –dice el escritor Norbert Bilbeny, catedrático de Ética de la Universitat de Barcelona–. Desgraciadamente, la recesión y el desempleo actuales incrementan en todos los niveles y grupos de edad este tipo de conducta". Según Bilbeny, "lo peor no es que se cometa esta conducta, siempre inmoral y a menudo ilegal, sino que se haga la vista gorda, se la comprenda, y hasta se la defienda en ciertos foros y ambientes".
Comentarios
Peazo ladrillo para no decir nada.
Desde mi punto de vista, hay que distinguir entre empresa privada y empresa pública.
En la privada, el dueño contrata bajo se responsabilidad y bolsillo a quien le da la gana. Obviamente, si yo tengo una empresa y me hijo necesita trabajar le voy a meter a él antes que a un extraño.
En la pública, la caja es de todos. En ese caso hay que ser muy escrupuloso y trasparente a la hora hacer una contratación.
#2 Aún así, no deja de ser significativo (desde un punto de vista social) que en España este sistema esté tan extendido en la empresa privada.
#4 Y en la pública, amigo... también en al pública.
#5 Of course.
Al resurgir del enchufismo yo añadiría el del lameculismo, el mileurismo y el desprecio y discriminación de aquellos que son una posible amenaza para sus superiores, por sus conocimientos y cualidades.
Para muestra de corruptelas:
PSOE y PP abochornan a Extremadura con su lista de primos y sobrinos enchufados
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