La médica israelí Dorit Zylberman ha presentado una queja ante el Ministerio de Exteriores por haber sido sometida a una inspección de seguridad debido a su nacionalidad en una "cámara de gas" en el aeropuerto internacional de San Francisco (Estados Unidos).
La indignación de cada uno es libre, pero sinceramente el establecer un paralelismo entre las cámaras de gas y esto me parece mucho más que excesivo.
Y aunque sea salirme del tema, pero la rabia que me ocasiona cierta hipocresía me duele, si eso es una humillación, que pregunten a los palestinos que deben atravesar los puestos de control como se sienten, que pregunten a los israelíes de nacionalidad como de humillados se sienten cuando su propio país les niega legalmente la posibilidad de casarse con hombres y mujeres palestinos, que pregunten a tantos europeos que viajan a israel como de humillados se sienten por las autoridades israelíes. Un ejemplo, el relato de Manu Leguineche sobre su paso por el aeropuerto de Tel Aviv, y eso que es un corresponsal extranjero que trabaja para medios españoles importantes y con importantes contactos en israel, lo que les hacen a otros... ( http://www.lainsignia.org/2002/mayo/int_027.htm ).
Bueno, dicho todo esto para desahogarme, repito que no me parece especialmente humillante lo que le hicieron a ella.
Comentarios
La indignación de cada uno es libre, pero sinceramente el establecer un paralelismo entre las cámaras de gas y esto me parece mucho más que excesivo.
Y aunque sea salirme del tema, pero la rabia que me ocasiona cierta hipocresía me duele, si eso es una humillación, que pregunten a los palestinos que deben atravesar los puestos de control como se sienten, que pregunten a los israelíes de nacionalidad como de humillados se sienten cuando su propio país les niega legalmente la posibilidad de casarse con hombres y mujeres palestinos, que pregunten a tantos europeos que viajan a israel como de humillados se sienten por las autoridades israelíes. Un ejemplo, el relato de Manu Leguineche sobre su paso por el aeropuerto de Tel Aviv, y eso que es un corresponsal extranjero que trabaja para medios españoles importantes y con importantes contactos en israel, lo que les hacen a otros... ( http://www.lainsignia.org/2002/mayo/int_027.htm ).
Bueno, dicho todo esto para desahogarme, repito que no me parece especialmente humillante lo que le hicieron a ella.
Lamentable. Pero peor habría sido que la desnudaran y la metieran un dedo enguantado en latex por el culo.
Godwin en estado puro.
¿No querían sopa? Pues dos tazones.