La señora de la foto que abre este post es la jueza del Tribunal Superior de San Diego Patricia Cookson y en esa mirada que parece implacable esconde algo tierno. Haced, si no lo creéis así, un ejercicio sencillo. Tapadle la mitad inferior de la cara. ¿No advertís un gesto compasivo en sus ojos? Este rasgo dual de su mirada acaba de aflorar en una curiosa sesión en un juzgado californiano.
Comentarios
La condena era casarse con ella :o
Esa jueza le ha jodido la vida por duplicado en un momento
The captain!.
Yo cambiaría el titular por "Puño de acero en guante de seda".
Se ve que la expresión le ha gustado al becario que redactó la noticia.