La coordinadora de campañas de Save the Children y especialista en derechos de la infancia Liliana Orjuela denuncia esta situación y pide "tolerancia cero" en las agresiones a los niños. De hecho, ella cree que no debería tolerarse ni tan siquiera la "bofetada" o "cachete" con fines educativos porque, en realidad, no educan sino que "enseñan a abusar del poder y a castigar". [Entrevista]
#3:
Esto son gilipolleces. ¿A ninguno os han soltado una buena hostia de críos? A mi sí, la mayoría bien ganadas las tenía. Y no soy violento, no pego a la gente, no maltrato a la gente, no mato, no robo, no delinco... Es más, gracias a esos guantazos sé que la vida no te da todo lo que pides, que las cosas hay que ganárselas, que nada viene regalado y que si de pequeño te han criado sin darte una hostia, de mayor la vida te las va a meter todas porque pensarás que el puto mundo es de color de rosa.
Esto son gilipolleces. ¿A ninguno os han soltado una buena hostia de críos? A mi sí, la mayoría bien ganadas las tenía. Y no soy violento, no pego a la gente, no maltrato a la gente, no mato, no robo, no delinco... Es más, gracias a esos guantazos sé que la vida no te da todo lo que pides, que las cosas hay que ganárselas, que nada viene regalado y que si de pequeño te han criado sin darte una hostia, de mayor la vida te las va a meter todas porque pensarás que el puto mundo es de color de rosa.
#3 Fíjate que a mí de pequeño me trataron entre algodones, ni un cachete, ni una reprimenda y ahora dicen que soy un cabrón de cuidado porque no distingo lo que está bien de lo que está mal.
#8 A mi tampoco me pegaron, pero si se distinguir lo que esta bien y lo que está mal. Supongo que estas cosas también dependen de los críos. Mi madre me decía que la violencia era la vía fácil, lo que se hacía cuando, ya no sabías que más hacer. No es que no me haya portado mal, pero siempre consiguieron convencerme de porque no debía hacer esas cosas, esto no quita a que no me chillaran.... eso si lo hacían. En realidad esos chillidos supongo que eran como una bofetada para mis oídos.
#2, ortografía aparte, comentarios como #3 contradicen los estudios de la señora Orjuela, porque por lo visto él sí sabe por qué se llevó las bofetadas ("bien ganadas las tenía").
Yo en estos casos tiendo a creer que la virtud está en el justo medio. Ni andar a hostias todo el día ni las típicas reprimendas de "eso no se hace" y mirar para otro lado.
Pues yo creo que estamos creando una sociedad en la que los padres intentan ser los colegas de sus hijos en vez de ser lo que tienen que ser, sus padres. La situación de semi-impunidad que gozan los menores de hoy en día y de la que se aprovechan en muchas ocasiones está agravada por esa falta de sentido de la autoridad. El deber de un padre no es que su hijo se sienta el rey del mundo sino hacer de el una persona de provecho y eso significa disciplina.
Recuerdo que un día cuando era pequeño me puse a jugar con los mandos del gas de la cocina, mi padre me aviso una vez y no le hice caso, y a la segunda el resultado fue cachete y para tu cuarto. A partir de ahí sabía que a la cocina ni tocarla. Os puedo asegurar que no tengo ningún trauma y actualmente no tengo problema en acercarme a una cocina de gas y cocinar lo que sea. Pero seguramente ese cachete a tiempo fue bueno para mi y muy posiblemente para la integridad del edificio.
Casi puedo decir que es todo lo contrario. El castigo físico no es la entrada a la violencia (siempre hablando de cachetes correctivos, no palizas criminales que se llegan a ver a veces). Desde mi punto de vista, y por eso le voté positivo, ikaru tiene razón.
Todos los niños cumplen, al menos, alguna de estas condiciones:
1 - Son egoístas.
2 - Son interesados.
3 - Son mentirosos.
4 - No saben discernir el bien del mal.
Las personas que se crían en un jardín de rosas, son más débiles. Y son más débiles, porque si les consienten todo, cuando llegue la adultez, muchos de ellos, se creerán el centro del Universo. Y la vida les demostrará, que hay que ser algo cabrón, con perdón, para que no te pisen la cabeza. Y es que todo el mundo es muy fuerte, hasta que tiene un problema serio, aquí pueden pasar dos cosas:
1 - Las personas que sean fuertes, sabrán afrontar el problema y si no lo resuelven, pueden hacer alguna barbaridad (robar, matar,...).Pero de alguna manera el problema lo resolverán (aunque puedan generar otro aun peor, claro).
2 - Las que sean débiles, puede que intenten afrontarlo, pero acabarán por sucumbir e incluso suicidarse (suicidarse para algunos es de valientes, y es cierto que para quitarse la vida, hay que tenerlos bien puestos. Pero por otro lado es el camino más fácil, para no afrontar el problema. Y todos deberíamos saber que el camino fácil no existe en realidad).
Los peores niños son los criados por psicólogos. Tuve un padre fuerte, que no hablaba, sólo daba cuando hacía yo algo indebido. Y no tengo nada de eso que hablan estos dizque estudiosos de la conducta.
Ni siquiera saben distinguir entre corregir con mano dura, y abusar sin razón. Un buen ejemplo es USA, en donde existen tantas leyes, y sin embargo tienen los peores niños de este planeta.
Comentarios
Esto son gilipolleces. ¿A ninguno os han soltado una buena hostia de críos? A mi sí, la mayoría bien ganadas las tenía. Y no soy violento, no pego a la gente, no maltrato a la gente, no mato, no robo, no delinco... Es más, gracias a esos guantazos sé que la vida no te da todo lo que pides, que las cosas hay que ganárselas, que nada viene regalado y que si de pequeño te han criado sin darte una hostia, de mayor la vida te las va a meter todas porque pensarás que el puto mundo es de color de rosa.
#3 Fíjate que a mí de pequeño me trataron entre algodones, ni un cachete, ni una reprimenda y ahora dicen que soy un cabrón de cuidado porque no distingo lo que está bien de lo que está mal.
#8 A mi tampoco me pegaron, pero si se distinguir lo que esta bien y lo que está mal. Supongo que estas cosas también dependen de los críos. Mi madre me decía que la violencia era la vía fácil, lo que se hacía cuando, ya no sabías que más hacer. No es que no me haya portado mal, pero siempre consiguieron convencerme de porque no debía hacer esas cosas, esto no quita a que no me chillaran.... eso si lo hacían. En realidad esos chillidos supongo que eran como una bofetada para mis oídos.
#2, ortografía aparte, comentarios como #3 contradicen los estudios de la señora Orjuela, porque por lo visto él sí sabe por qué se llevó las bofetadas ("bien ganadas las tenía").
Yo en estos casos tiendo a creer que la virtud está en el justo medio. Ni andar a hostias todo el día ni las típicas reprimendas de "eso no se hace" y mirar para otro lado.
Ni un extremo ni el otro.
"Nuestros estudios señalan que los niños no recuerdan después porque se les golpea y sólo evitan portarse mal ante la amenaza de ser castigados"
¿No quedaría mejor ahí un "por qué"? Dos azotes para el redactor de la Vanguardia
#2 si nos chivamos, igual no le renuevan mañana el contrato de aprendizaje por obra o servicio al pobre becario.
A mi mi madre me pegó solo dos veces en la vida. En ambos casos me lo merecía, y eso es lo que más me dolía, que tenía ella razón.
Ahora, como adulto, recuerdo eso con ternura. Nada de traumas.
Y hay que saber distinguir entre un correctivo puntual y violencia continuada. Hay un abismo entre ellas.
Pues yo creo que estamos creando una sociedad en la que los padres intentan ser los colegas de sus hijos en vez de ser lo que tienen que ser, sus padres. La situación de semi-impunidad que gozan los menores de hoy en día y de la que se aprovechan en muchas ocasiones está agravada por esa falta de sentido de la autoridad. El deber de un padre no es que su hijo se sienta el rey del mundo sino hacer de el una persona de provecho y eso significa disciplina.
Recuerdo que un día cuando era pequeño me puse a jugar con los mandos del gas de la cocina, mi padre me aviso una vez y no le hice caso, y a la segunda el resultado fue cachete y para tu cuarto. A partir de ahí sabía que a la cocina ni tocarla. Os puedo asegurar que no tengo ningún trauma y actualmente no tengo problema en acercarme a una cocina de gas y cocinar lo que sea. Pero seguramente ese cachete a tiempo fue bueno para mi y muy posiblemente para la integridad del edificio.
lo de "la letra, con sangre, entra" se ha quedado obsoleto, gracias al cielo
Casi puedo decir que es todo lo contrario. El castigo físico no es la entrada a la violencia (siempre hablando de cachetes correctivos, no palizas criminales que se llegan a ver a veces). Desde mi punto de vista, y por eso le voté positivo, ikaru tiene razón.
Todos los niños cumplen, al menos, alguna de estas condiciones:
1 - Son egoístas.
2 - Son interesados.
3 - Son mentirosos.
4 - No saben discernir el bien del mal.
Las personas que se crían en un jardín de rosas, son más débiles. Y son más débiles, porque si les consienten todo, cuando llegue la adultez, muchos de ellos, se creerán el centro del Universo. Y la vida les demostrará, que hay que ser algo cabrón, con perdón, para que no te pisen la cabeza. Y es que todo el mundo es muy fuerte, hasta que tiene un problema serio, aquí pueden pasar dos cosas:
1 - Las personas que sean fuertes, sabrán afrontar el problema y si no lo resuelven, pueden hacer alguna barbaridad (robar, matar,...).Pero de alguna manera el problema lo resolverán (aunque puedan generar otro aun peor, claro).
2 - Las que sean débiles, puede que intenten afrontarlo, pero acabarán por sucumbir e incluso suicidarse (suicidarse para algunos es de valientes, y es cierto que para quitarse la vida, hay que tenerlos bien puestos. Pero por otro lado es el camino más fácil, para no afrontar el problema. Y todos deberíamos saber que el camino fácil no existe en realidad).
Esto desde mi punto de vista.
Salu2
«los golpes que te da tu padre son honra. Los que te da el gobierno, vergüenza». paráf. de Cervantes en Rinconcete y cortadillo.
Los peores niños son los criados por psicólogos. Tuve un padre fuerte, que no hablaba, sólo daba cuando hacía yo algo indebido. Y no tengo nada de eso que hablan estos dizque estudiosos de la conducta.
Ni siquiera saben distinguir entre corregir con mano dura, y abusar sin razón. Un buen ejemplo es USA, en donde existen tantas leyes, y sin embargo tienen los peores niños de este planeta.