Lo he vivido en primera persona. Reflexión personal y, sobre todo, profesional. Está especialmente dedicada a quienes parecen querer frenar una realidad que se impone. Avanza un gigante y alguien pone una canica en el camino para frenarlo. Las redes sociales obligan a la reinvención del periodismo.
A mí sí me parece interesante lo que dice. Realmente, en el "caso Dragó" Menéame ha cumplido una de sus principales utilidades. Divulgar de manera veloz una noticia que de otro modo hubiera tardado en salir a la luz. Es obvio que si la columna que reveló ese fragmento del libro no se hubiera meneado, no se habría divulgado tan rápido y la polémica hubiera sido mucho más lenta. ¡Eso si hubiera estallado! Porque quizá ni siquiera. Cuando llegó a los periódicos aquí ya era portada y se había expandido por la red, lo que probablemente influyó también en el modo de redacción de la noticia y en el puesto que ocupó en el digital. Si no hubiera venido respaldada por la polémica, quizá los medios nacionales no se hubieran hecho eco o la hubieran enfocado de un modo totalmente distinto. En ese sentido los blogs, menéame y demas redes sociales pueden llegar a colonizar las preferencias editoriales.
#7 Nadie dice que Menéame o las redes sociales sean periodismo, pero sí que pueden tener influencia en la agenda de los medios de comunicación. Más o menos es lo que he intentado argumentar en #6.
Permíteme continuar tu reflexión. No pretende ser la entrada un elogio a "Menéame", no guarda siquiera los mínimos necesarios para poder ser considerado desde el ámbito del periodismo; ni siquiera se acerca a ellos. Lo que pretendo (y es evidente que me he explicado mal) es situarnos ante la realidad de las redes sociales (por ellas, y pongo ejemplos recientes, se comunicó la esposa del Premio Nobel de la Paz, por ellas el Presidente de Ecuador intentó lanzar sus proclamas ante el pseudo golpe de estado, etc, etc). Sí estoy admirado por el potencial de las redes sociales y por ese camino pretendo la reflexión de los profesionales de los medios de comunicación. Tengo pocas dudas, y por ahí me equivocaré, que las redes sociales son muy poco sin los medios de comunicación. ¡Qué mejor ejemplo que Julian Assange tuvo que recurrir a ellos para apoyar y "dar" más sentido a las recientes filtraciones!!
Sobre las reflexiones más concretas de tu comentario (referidas a la red "Menéame") comparto casi todo lo que dices. Menéame es al periodismo lo que yo a Lady Gaga.
Para empezar no creo en eso del periodismo ciudadano. O al menos de la imagen que nos han dado: Un tío que "vigila" las calles, cámara en mano, a la caza de titulares y posteandolas desde su smartphone. Lo único que existen son personas que comentan noticias y dan su opinión. Algunos hasta se lo curran contrastando fuentes y todo.
Como ya dije una vez, ¿es que acaso hace falta sacarse una licencia para dar una opinión? La lectura que saco con tods esto es que algunos periodistas están cagaos. Sus motivos tendrán.
Los internautas (debido al número más que a otra cosa) estamos más atentos a más cosas y se dan cuenta antes, y a la hora de difundirlo, incluso con o sin partidismos, hay menos intereses, autocensura, etc.
Comentarios
Si alguien quiere una reflexión mejor, quizás sería
Sánchez-Dragó: cronología de una tormenta
http://www.larameraescarlata.net/2010/10/sanchez-drago-cronologia-de-una-tormenta/
No empecemos a chuparnos las pollas... todavía.
A mí sí me parece interesante lo que dice. Realmente, en el "caso Dragó" Menéame ha cumplido una de sus principales utilidades. Divulgar de manera veloz una noticia que de otro modo hubiera tardado en salir a la luz. Es obvio que si la columna que reveló ese fragmento del libro no se hubiera meneado, no se habría divulgado tan rápido y la polémica hubiera sido mucho más lenta. ¡Eso si hubiera estallado! Porque quizá ni siquiera. Cuando llegó a los periódicos aquí ya era portada y se había expandido por la red, lo que probablemente influyó también en el modo de redacción de la noticia y en el puesto que ocupó en el digital. Si no hubiera venido respaldada por la polémica, quizá los medios nacionales no se hubieran hecho eco o la hubieran enfocado de un modo totalmente distinto. En ese sentido los blogs, menéame y demas redes sociales pueden llegar a colonizar las preferencias editoriales.
#7 Nadie dice que Menéame o las redes sociales sean periodismo, pero sí que pueden tener influencia en la agenda de los medios de comunicación. Más o menos es lo que he intentado argumentar en #6.
Menéame y (Cualquier periódico).
Leídos algunos de los comentarios es evidente que no he sabido explicarme bien. Quizás el exceso de "meneismo" haya llevado a interpretaciones que, quiero escribirlo, no son las mías. Corto y pego un comentario puesto en el blog http://losprincipiosbasicos.blogspot.com/2010/10/la-prensa-necesita-un-meneo.html#comments
-----------------------
Permíteme continuar tu reflexión. No pretende ser la entrada un elogio a "Menéame", no guarda siquiera los mínimos necesarios para poder ser considerado desde el ámbito del periodismo; ni siquiera se acerca a ellos. Lo que pretendo (y es evidente que me he explicado mal) es situarnos ante la realidad de las redes sociales (por ellas, y pongo ejemplos recientes, se comunicó la esposa del Premio Nobel de la Paz, por ellas el Presidente de Ecuador intentó lanzar sus proclamas ante el pseudo golpe de estado, etc, etc). Sí estoy admirado por el potencial de las redes sociales y por ese camino pretendo la reflexión de los profesionales de los medios de comunicación. Tengo pocas dudas, y por ahí me equivocaré, que las redes sociales son muy poco sin los medios de comunicación. ¡Qué mejor ejemplo que Julian Assange tuvo que recurrir a ellos para apoyar y "dar" más sentido a las recientes filtraciones!!
Sobre las reflexiones más concretas de tu comentario (referidas a la red "Menéame") comparto casi todo lo que dices. Menéame es al periodismo lo que yo a Lady Gaga.
Saludos:
Para empezar no creo en eso del periodismo ciudadano. O al menos de la imagen que nos han dado: Un tío que "vigila" las calles, cámara en mano, a la caza de titulares y posteandolas desde su smartphone. Lo único que existen son personas que comentan noticias y dan su opinión. Algunos hasta se lo curran contrastando fuentes y todo.
Como ya dije una vez, ¿es que acaso hace falta sacarse una licencia para dar una opinión? La lectura que saco con tods esto es que algunos periodistas están cagaos. Sus motivos tendrán.
Los internautas (debido al número más que a otra cosa) estamos más atentos a más cosas y se dan cuenta antes, y a la hora de difundirlo, incluso con o sin partidismos, hay menos intereses, autocensura, etc.