Los musulmanes europeos les tienen mucho más lealtad a los países en que viven que lo que el público en general piensa. El informe, que se centra principalmente en los musulmanes del Reino Unido, Francia y Alemania, indica que la religión y la identidad nacional pueden complementarse.
Nunca habéis respondido a las preguntas para conseguir residencia o nacionalidad a que no, pues no me fio de los resultados de esta encuesta. Mis amigos musulmanes son civilizados (como la mayoría de los musulmanes), poco integristas (como la mayoría de los musulmanes), pero muy críticos en la intimidad con nuestras carencias y defectos (que a menudo les concedo como válidos). Pero prefieren su país, menos las mujeres. No es que no tenga razón la investigación, es que no es demasiado vinculante ni objetiva.
Sin embargo, mientras que la gran mayoría de los musulmanes británicos (82%) dice que son leales a la nación, el público en general los sigue viendo con suspicacia.
A eso se lo podría dar el nombre de PREJUIIIIICIOS.
Me parece lógico que si estás criado en un ambiente donde el fanatismo no es una constante tengas menos posibilidades de ser fanático. Ha de ser, si se piensa con racionalidad, más fácil encontrar a alguien dispuesto a autoinmolarse en un atentado en Palestina o Iraq que en pleno centro de Londres.
Respecto a lo que dice #1 estoy de acuerdo, pero me gustaría destacar que los cristianos practicantes (sean católicos o protestantes), también son críticos con la sociedad de su país y no siempre en privado (recordar los predicadores evangelistas en los EE.UU.).De hecho la Santa Iglesia Católica ha criticado fuertemente y más de una vez, en público, al gobierno español actual.
En el caso de que sean imigrantes la preferencia al país de nacimiento es natural, máxime cuando la distancia atenúa lo malo y destaca lo bueno. Muchos extranjeros dirán que preferirían vivir en su país de origen "si pudieran", palabras que me dijo un gallego en Argentina, que poseía viñas en la zona de Mendoza y que añoraba a su España a la que regresaría "si pudiera finiquitar mis negocios y recomenzar allá" cosa que no podía hacer, según él, por su avanzada edad.
Lo que sí es cierto es que pareciera ser que hay culturas que favorecen la integración y culturas que la dificultan y la religión por lo general dificulta el proceso de integración cultural. Sin embargo también es lícito decir que la búsqueda de integrar culturalmente a un extranjero, hacerlo asimilar nuestra cultura a cambio del abandono de la suya, no es lícito. Lo que sí hemos de exigirle a un extranjero que resida en nuestra patria es que respete nuestra ley y nuestras instituciones, no que abandone su cultura original sino que adapte su cultura a nuestras costumbres para no violentar la ley ni puede exigirnos que flexibilicemos la ley en respeto de su "tradicional forma de vida". Con esto, lo que deseo decir es que si algo en su cultura se considera delito en su país de adopción ha de evitar hacerlo, sencillo, pero no siempre entendido.
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Nunca habéis respondido a las preguntas para conseguir residencia o nacionalidad a que no, pues no me fio de los resultados de esta encuesta. Mis amigos musulmanes son civilizados (como la mayoría de los musulmanes), poco integristas (como la mayoría de los musulmanes), pero muy críticos en la intimidad con nuestras carencias y defectos (que a menudo les concedo como válidos). Pero prefieren su país, menos las mujeres. No es que no tenga razón la investigación, es que no es demasiado vinculante ni objetiva.
Sin embargo, mientras que la gran mayoría de los musulmanes británicos (82%) dice que son leales a la nación, el público en general los sigue viendo con suspicacia.
A eso se lo podría dar el nombre de PREJUIIIIICIOS.
Me parece lógico que si estás criado en un ambiente donde el fanatismo no es una constante tengas menos posibilidades de ser fanático. Ha de ser, si se piensa con racionalidad, más fácil encontrar a alguien dispuesto a autoinmolarse en un atentado en Palestina o Iraq que en pleno centro de Londres.
Respecto a lo que dice #1 estoy de acuerdo, pero me gustaría destacar que los cristianos practicantes (sean católicos o protestantes), también son críticos con la sociedad de su país y no siempre en privado (recordar los predicadores evangelistas en los EE.UU.).De hecho la Santa Iglesia Católica ha criticado fuertemente y más de una vez, en público, al gobierno español actual.
En el caso de que sean imigrantes la preferencia al país de nacimiento es natural, máxime cuando la distancia atenúa lo malo y destaca lo bueno. Muchos extranjeros dirán que preferirían vivir en su país de origen "si pudieran", palabras que me dijo un gallego en Argentina, que poseía viñas en la zona de Mendoza y que añoraba a su España a la que regresaría "si pudiera finiquitar mis negocios y recomenzar allá" cosa que no podía hacer, según él, por su avanzada edad.
Lo que sí es cierto es que pareciera ser que hay culturas que favorecen la integración y culturas que la dificultan y la religión por lo general dificulta el proceso de integración cultural. Sin embargo también es lícito decir que la búsqueda de integrar culturalmente a un extranjero, hacerlo asimilar nuestra cultura a cambio del abandono de la suya, no es lícito. Lo que sí hemos de exigirle a un extranjero que resida en nuestra patria es que respete nuestra ley y nuestras instituciones, no que abandone su cultura original sino que adapte su cultura a nuestras costumbres para no violentar la ley ni puede exigirnos que flexibilicemos la ley en respeto de su "tradicional forma de vida". Con esto, lo que deseo decir es que si algo en su cultura se considera delito en su país de adopción ha de evitar hacerlo, sencillo, pero no siempre entendido.
Pero son leales, porque nosotros somos los infieles
#2 En un país, Reino Unido, donde encuestaron a más de 1.000 musulmanes y CERO dijo que la homosexualidad le parecía aceptable.