Hace 13 años | Por Alexxx a periodicosantapola.es
Publicado hace 13 años por Alexxx a periodicosantapola.es

Nuestra contestación es que quien quiere participar en un acto religioso, debe hacerlo como creyente, ya que no hemos sido elegidos para ir de procesión, ni son nuestras funciones. Todos los grupos políticos sin excepción tenemos personas de diversas creencias religiosas, o sin ninguna, por lo que no hay argumento que sostenga que los concejales y concejalas deban ir en comitiva en las procesiones, porque si asisten como autoridad, deben representar a todos sus votantes y no solo a los fieles a la Iglesia católica.

Comentarios

D

Es que sólo faltaba que los políticos estuvieran obligados a desfilar. Bastante cabreante es que haya subvenciones para las cofradías. Las aficiones culturales que cada uno se las pague de su bolsillo. Si son mayoritarias, no les costará encontrar contribuyentes.

Pulgosila

Creo que ha quedado claro, que la política no se debe mezclar con la religión.

Estoy de acuerdo con el artículo, pero matizando: las autoridades, cuando actúan como autoridades, pueden participar de las tradiciones y colaborar con los actos, pero no tomar acciones de fe. Es decir, no comulgar como autoridad, por ejemplo.
Creo que en este país todavía no se tiene claro: o religioso al completo o completamente contrario a todo lo que huela a religión.
Cuándo aprenderemos...

"mantenemos costumbres religiosas de aquella antigua dictadura"
¿Cómo? Las tradiciones religiosas son muy anteriores a la dictadura. Asociar fe=dictadura es o ignorante o directamente una manipulación intencionada.

FetalFun

#4 Una procesión es un acto religioso, tan religioso como comulgar. Reservar un lugar en la procesión para los concejales, sean o no creyentes, es una costumbre a corregir. Seguro que hay muchos creyentes que estarían encantados de participar en la procesión.
El poder no te acerca a Dios, pero sin duda te abre las puertas de la iglesia.
La mejor manera de que la iglesia se aleje de la política, es que los políticos, como tales, se alejen de la religión. Como ciudadanos que hagan lo que quieran.