El gran engaño se consumó y de aquella promesa de convertir Aragón en un Las Vegas a la europea no queda nada salvo una ley que sonroja a la clase política aragonesa, redactada casi al dictado de unos promotores de casinos de dudosa credibilidad. Eso fue y ha sido Gran Scala después de cuatro años, un proyecto que supuestamente atraería a millones de turistas y crearía miles de puestos de trabajo. Hace dos semanas, nadie se presentó en la localidad de Ontiñena (Huesca) para ejecutar la opción de compra de los terrenos reservados.
Comentarios
mejor mejor
Aguirre y Mas, como perros con las patitas levantadas esperando que su amo les eche una galleta. Que verguenza.
Al menos los propietarios de la zona han recibido las entradas de la promotora, alrededor de un 10% del valor total de los terrenos. No es mal negocio, siguen conservando las tierras y además han obtenido unos cuantos ingresos que jamás habrían logrado de no ser por esto.
pues me dan una alegría la verdad, en ese desierto no debería haber otra cosa que cabras, viento y bichejos.
#2 y el Monegros Desert Festival!
En serio, ¡Qué alegría! Ya veía a Aragón (más) lleno de mafiosos...
Pues los propios vecinos/habitantes de la zona no lo ven igual. Veían una buena oportunidad de generar actividad, empleo, formas de ganarse la vida y darle vida a la zona.
Todo esto tiene un blog que ha ido siguiendo el transcurso de los eventos:
http://granscalablog.com/