Está claro que el Papa viene a España para hacer Marketing puro y duro: asegurarse de que el producto que promueve, la fe, no se quede en el olvido en España para las próximas generaciones. El Vaticano habrá hecho un estudio de mercado y se ha dado cuenta de que en España las nuevas generaciones no les va mucho el tema de la fe. Los chavales jóvenes ya no se meten de curas o de monjas como antes, excepto algunos que provienen de institutos privados gestionados por sectas como el Opus, los Legionarios de Cristo etc…
Comentarios
La Industria Católica comenzó con la jugada maestra de crucificar a un tío que protestaba...
Los garrotazos a los laicos son un caso de marketing inverso.
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