Desde hace unos meses, uno de los bastiones del género bar de viejos de Madrid está bajo la amenaza del cierre. CroquetasSe trata de la taberna La Pepita, local de Malasaña venerado durante años por los miles de jovenzuelos que han pasado por el bar para degustar sus minis de kalimotxo y cerveza acompañados de esas bravas tan ricas y con esa salsa extraña de color naranja. Por no hablar de sus croquetas sobaqueras y ese choricito frito tan rico que preparan…
Comentarios
Oh dios!! No pasarán!!!
Yo estuve allí hace diez años y ya parecía que se te iba a caer el edificio encima, así que a saber como estará ahora...
"El matrimonio que regenta La Pepita, que tienen el local alquilado, se niegan a desalojarlo. Y yo les entiendo: por todo el local, que puede tener unos 200 metros cuadrados (o más), pagan una renta antigua de ¡¡39 euros al mes!!."
Y un negocio de esas características estando donde está probablemente hace más de 200.000 euros al año en ventas. ¡Anda y que se jodan!, que las revoluciones no se inventaron para defender el privilegio de unos pocos, sino justo lo contrario.
Nooooooooooooooooooooooooooooooo!!!
¡Dios mío! ¿Dónde vamos a cenar ahora? ¿Dónde?
Primero la muerte del Beni. Y ahora esto