Roberto Villar, un vecino de la localidad ovetense de La Manjoya, se enfrenta a una posible multa de hasta 45.000 euros, por la ocurrencia con la que quiso llamar la atención del concejal de Limpieza, Benjamín Cabañas, sobre la proliferación de ratas en el barrio. Harto de que sus quejas sobre la falta de limpieza no fueran atendidas, se presentó en las dependencias municipales y tras irrumpir en el despacho del concejal, le dejó como regalo un roedor muerto sobre la mesa. El arrebato puede salirle caro, pero él sostiene que "no fue para tanto"
Comentarios
Permitir que una barriada tenga plagas de ratas -> No pasa nada
Poner una rata encima de la mesa del responsable -> Hasta 45.000€
Esto define de pm a buena parte de los dirigentes de España.
Pues habria que multar tambien a todos los choferes de los politicos por portar ratas de aqui para alla a diario.
No, si al final tendrán que acabar poniendo la gorra en el barrio para contratar al flautista de Hamelin.
Yo pensaba que la única localidad "ovetense" que existía era Oviedo.