Hace 12 años | Por cd_autoreverse a hoy.es
Publicado hace 12 años por cd_autoreverse a hoy.es

Manuel, que así se llama el conductor vecino de Cáceres, tenía los ojos enrojecidos, el habla pastosa, repetía las palabras, olía a alcohol y el equilibrio era vacilante. Al intentar andar se cayó al suelo y según recoge literalmente la sentencia, «llegó a entrar en el furgón de atestados a gatas debido al estado en el que se encontraba», lo que no le impidió proferir expresiones contra los policías como «mierdas, recaudadores y cobardes».

Comentarios

onnabancho

Pero él controla, ¿eh?

jewel_throne

"quién te ha dicho a ti las copas de vino que yo tengo o no tengo que beber"

raxor

Le sento mal el agua del hielo del decimo cubata.