Quizá dentro de bastantes años recordemos con nostalgia el tiempo durante el que pudimos disfrutar, como lectores o colaboradores, de PÚBLICO. Si los peores augurios se cumplen, el liberalismo habrá dado su enésima estocada al propio liberalismo; el mercado de las ideas seguirá controlado por solo tres o cuatro valedores de un laissez faire que se tornará esquivo y dificultará el crédito bancario al que ose disentir en cierto grado de la doctrina oficial. Y no olvidemos que las financieras son las actuales armas de destrucción masiva.
Comentarios
Menudo panfleto. Si realmente se quieren defender esas ideas Internet ofrece una plataforma fantástica para poder ejercer ese derecho. Hay una empresa que ha funcionado mal...y ahora me temo, se va a tener que cerrar.
#1 Público funciona/ba bastante bien: http://www.elblogsalmon.com/empresas/publico-presenta-concurso-de-acreedores-porque-sus-accionistas-asi-lo-quieren-no-por-falta-de-credito
Es decir, no da beneficios pero está cerca de darlos. Cada año aumentaba el número de periódicos vendidos y tarde o temprano daría beneficios.
Me resulta extremadamente rancia la insistencia del texto en que toda la culpa es de la derecha, de los medios liberales y del capitalismo.
Cero autocrítica. Cero capacidad para entender que su modelo de negocio quizás no tenía un nicho de mercado suficientemente amplio para mantener un medio como este.
#4 Cero capacidad de comprensión: no culpa a la derecha, la pone como ejemplo. ¿Cómo es posible que puedan convivir ABC, La Razón y El Mundo –no cuento La Gaceta, porque más allá de planteamientos ideológicos no da los mínimos de calidad periodística– y no exista un medio capaz de hacer sombra a El País?
#8 Tal vez porque El País se ha convertido en el "diario de referencia" a nivel nacional y tiene lectores que van desde la derecha moderada y europeísta hasta el sector más izquierdista del PSOE. El País tiene un tremendo poder mediático y una gran capacidad de influencia. Muchos lectores de los periódicos de centro-derecha que nombras también leen El País, pero la inmensa mayoría de los lectores de El País que se identifican como "de izquierdas" lo leen en exclusiva. Público no puede robarle lectores al País, por su propia naturaleza y más bien tiene que captar lectores entre gente que hasta ahora no tenía un periódico con el que sentirse identificada, más allá de proyectos sin mucho recorrido y tal vez demasiado extremistas como publicaciones sindicalistas o el Gara.
Además, hay que tener en cuenta que tras cada medio de comunicación hay un grupo de interés, político, económico o, lo más normal, de ambas clases. En este caso podríamos decir (simplificando mucho) que tras El País se oculta (poco) la tradicional socialdemocracia española, la que llegó al poder de la mano de Felipe González y tejió una densísima estructura de intereses económicos durante los casi 14 años que estuvo en el poder. El País es uno de los ejemplos exitosos de esta historia. De algún modo, Rodríguez Zapatero ha intentado crear un nuevo grupo PRISA que le fuera fiel a través de las ayudas a las empresas de Roures. Funcionó bien durante un tiempo pero tanto la crisis como la fulminante caída en desgracia de Zapatero y el inminente olvido de todo lo que supuso el zapaterismo han supuesto un golpe mortal a este proyecto.
Por supuesto, existen muchas más circunstancias concurrentes de todo tipo que sería prolijo analizar aquí y que inciden más o menos en lo mismo que he señalado hasta ahora. Por otra parte, yo sigo creyendo que es posible que haya espacio para más proyectos en la órbita de El País pero, por diversas razones, me parece difícil que los que estén muy "a su izquierda" puedan prosperar en España, salvo que encuentren un tono y una fórmula novedosos que le permitan aprovechar las oportunidades que la actual situación brinda. Todo es posible.
Un buen resumen del pensamiento social-progre: si no me funciona la empresa que me den una subvención, que me regalen dinero para seguir haciéndolo igual (de mal).
Cómo recuerda al cine español!
No nos quitarán, desde luego, aquel rato de septiembre de 2007 en la Casa de Campo de Madrid, con el otoño estallando, Jaume Roures en vaqueros y Nacho Escolar prometiendo modificar el aburrido panorama periodístico español con una oferta diferente de contenidos.
Bazofia pseudopoética setentera. Con semejante capacidad de raciocinio no me extraña que Roures y cuatro más les hayan sacado todo el jugo a los ilusos colaboradores de Público hasta dejarlos reducidos a una sombra. Ahora viene lo de siempre: los ilusos al paro y Roures (y compañía) a repartirse los beneficios.
Bienvenidos a la realidad.
Yo es que me he perdido,¿cierran porque el "liberalismo" decía a la gente que no comprasen su periódico?
Me da mucha pena que cierre un periódico de izquierdas (si cerrase La Gaceta me daría menos pena,a qué negarlo) pero ni en broma se me ocurriría decir que un fracaso comercial tiene algo que ver con vaya usted a saber qué ideas políticas.
Leyendo cosas como esta creo que voy a terminar alegrandome de que cierre
Claro, la mala gestión económica es culpa del feroz liberalismo y vaya a los trabajadores de izquierdas se les puede dejar de pagar la última nómina, lo aceptan con agradecimiento porque se lo comunican con amabilidad y educación (es que hoy los modales se baten en retirada).