Hace 11 años | Por bugyer a eldescodificador.com
Publicado hace 11 años por bugyer a eldescodificador.com

Alfonso Rojo, periodista que alcanzó un enorme prestigio periodístico al crear desde El Mundo una innovadora forma de cubrir los conflictos bélicos, llama al disc jockey del Madrid Arena “el facineroso de la cocaína”. Y no lo hace en una taberna portuaria, ante un grupo de marineros borrachos, sino en una cadena de televisión generalista concedida por el Estado español. Concretamente en el programa de La Sexta “Al rojo vivo”

Comentarios

Ratoncolorao

No entiendo como Alfonso Rojo no tiene un cargo importante en el gobierno del PP, porque joer, como se lo curra. En mi pueblo a la gente como Rojo les llaman "mamporreros"

mmlv

La Sexta podría tener un gran debate político (podrían intentar actualizar la forma de hacer de "La Clave") pero Al Rojo Vivo al final es igual que cualquier otra tertulia-basura de la tv "gracias" a la presencia de trolls como Alfonso Rojo o Marhuenda; son difíciles de encontrar pero seguro que hay periodistas de derechas capaces de mantener un debate con argumentos.

Recordemos que este tal Rojo tenía argumentos tan contundentes para criticar el 15-M como que había pulgas en la Puerta del Sol o que violaban a las chicas.

Quien no tiene sonrojo es la gran gaviota negra del ayuntamiento, ni el gaviotita del vicealcalde y ya no hablemos del "empresario"...

reemax

A quien se le ocurre invitar a fascistas a debates por Tv

D

Alfonso Rojo es idiota. Antena 3 es una puta mierda y su amo, el hidrocéfalo Lara, un repugnante soplapollas.

Obviedades.

D

Ese "señor" también soltó en directo que había que prohibir ese tipo de eventos, que son la parte visible de la decadencia humana bla bla bla.... Morralla sensacionalista vamos...

D

Una imagen vale mas que mil palabras



Categoria Forest Gump ya!

JohnBoy

Magnífico artículo. No obstante Pérez de Albéniz se olvida de una parte importante de la culpa: el espectador. Si este tipo de formatos funcionan, si se tiende al amarillismo en vez de la información, al enfrentamiento y al insulto en lugar de al debate es porque triunfa, porque vende. Y lo peor es que me parece que ambos, telesespectador y telebasura, se realimentan.

Cuanta más telebasura, más estulto y acrítico se vuelve el espectador. Cuanta más estulticia, más telebasura se demanda. Creo que la única manera de parar esta espiral es educación por parte de la ciudadanía y responsabilidad por parte de los medios.

Pero no se por qué, temo que vamos en dirección opuesta.