El Tribunal Supremo ha fallado que la administración de insulinas y heparinas no entra dentro de las funciones de los gerocultores, unos auxiliares que, ante esta clase de tareas, sólo deben colaborar con los profesionales competentes.
A mi abuela, diabética, le pone la insulina mi abuelo, con 88 años. Que yo sepa, la inmensa mayoría de los diabéticos insulinodependientes se administran ellos mismos las dosis.
Que alguien que se dedica profesionalmente a cuidar personas no pueda poner una inyección... en fin, vaya gilipollez.
Esto es como cuando un funcionario no pone un sello a un documento por que el funcionario que hace esto ha salido, tiene un moscoso o está de vacaciones, es la gilipollez de la especialización de funciones llevada al extremo.
Joe...darle un curso a los cuidadores que les capacite para esto...ahh pero es que los auxiliares de enfermería, los enfermeros y los médicos, no querrán que esto suceda...cuanto menos sepa el de abajo, mejor.
Voy a ponerme tonto y no cojeré el teléfono en el trabajo cuando la telefonista esté en el aseo (fumando, claro) y suene el susodicho...duraré un par de telediarios en el curro. Qué bien viven algunos.
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A mi abuela, diabética, le pone la insulina mi abuelo, con 88 años. Que yo sepa, la inmensa mayoría de los diabéticos insulinodependientes se administran ellos mismos las dosis.
Que alguien que se dedica profesionalmente a cuidar personas no pueda poner una inyección... en fin, vaya gilipollez.
Pues esto va a aumentar seguro el precio de las residencias, si tienen que contratar a personal de mas titulación, que logicamente sera mas caro.
Esto es como cuando un funcionario no pone un sello a un documento por que el funcionario que hace esto ha salido, tiene un moscoso o está de vacaciones, es la gilipollez de la especialización de funciones llevada al extremo.
Joe...darle un curso a los cuidadores que les capacite para esto...ahh pero es que los auxiliares de enfermería, los enfermeros y los médicos, no querrán que esto suceda...cuanto menos sepa el de abajo, mejor.
Voy a ponerme tonto y no cojeré el teléfono en el trabajo cuando la telefonista esté en el aseo (fumando, claro) y suene el susodicho...duraré un par de telediarios en el curro. Qué bien viven algunos.