The Walking Dead se ha convertido en una de las series punteras de toda la televisión. Su primer capítulo tuvo un 14 % de share y, desde entonces, no se ha dejado de hablar de ella. En la emisión de "Welcome to the Tombs", último capítulo de esta última temporada, la cadena AMC registró una audiencia de 12,4 millones de personas. Tras este, toca juzgar la andanza de la serie. ¿Las penurias de Rick y sus amigos han merecido la pena? ¿Hicimos bien al unirnos al grupo?
Comentarios
La tercera temporada ya me aburre. Me recuerda tantísimo al desarrollo de Lost que estoy viendo que estoy perdiendo un precioso tiempo de mi vida.
#1 ¿A Lost? No le veo absolutamente ningún parecido. Pero ninguno. Es que hasta las dinámicas de supervivencia son radicalmente distintas, por no hablar del estilo, de la calidad de los guiones o de prácticamente cualquier detalle.
The Walking Dead es un bluf que sólo se anima en los escasos capítulos en los que se produce una escabechina. El resto de los capítulos, con excepciones, suelen ser aburridos, con mucha tensión artificial y discusiones forzadas. Es lo que pasa cuando estiras tanto la historia original. Si fueran a un ritmo un poco más cercano al de los comics, la parte de la granja habría durado menos de la mitad de lo que duró y la parte de la cárcel y el gobernador habría terminado con el final de la segunda temporada. Pero no, queremos al gobernador otros 12 capítulos porque "mola", así que hay que estirar el chicle hasta que se rompe.
No se parece en nada a los comics, excepto en la primera temporada.
Salu2
#3 La primera temporada tampoco. De todas formas, no es algo necesariamente malo. De hecho, por ejemplo, que mantuvieran a Shane le dio mucho más jugo a la temporada de la granja. Y el gobernador no se parece en nada al de los comics pero aun así es muy buen personaje en la serie.
La falta de parecido con el cómic no es el problema de la serie. Es su absoluta falta de ritmo y sus largos capítulos de relleno en los que no sucede absolutamente nada.
Empezó bien en la primera temporada y enganchó a mucha gente, pero desde entonces ha ido cuesta abajo.