Imagínense que van caminando por la calle y se encuentran en el suelo un sobre, solitario, abandonado y sin nombre, pero llenito hasta arriba de billetes. ¿Qué harían? ¿Lo adoptarían? Esta es la historia de ese sobre, de quien lo perdió y de quienes lo encontraron... y de cómo la honradez hizo que regresase a su legítimo dueño.
Comentarios
Esto me ha recordado algo que hablabamos en otro hilo en el que alguien decía que todo el mundo podía ser comprado.
#2 Adivine != adiviné.
Yo es que tengo la costumbre de adoptar lo que me encuentro solo por la calle..sobres con pasta,mujeres cachondas...etc...
Adivine en menos de cinco segundos a qué actividad pública NO se dedicaba el que devolvió el sobre.
#1 esa es fácil no te des tanto mérito;)