Jason Niebling, un treintañero australiano padre de cuatro hijos, se quiere convertir en un hombre anuncio y ganar por la cara unos cuantos miles dólares. Su propuesta innovadora consiste en ofrecer cada centímetro de la piel de su rostro para que las empresas coloquen sus anuncios en forma de tatuajes.
Ya existe una mujer que hizo lo mismo en su frente... Bueno a veces la necesidad te lleva a esas cosas, seguramente mejor que delinquir pero es duro...
Comentarios
¡¡¡ Tatuarse publicidad en la cara !!! ¡¡¡ Menudo Caraculo !!!
Ya existe una mujer que hizo lo mismo en su frente... Bueno a veces la necesidad te lleva a esas cosas, seguramente mejor que delinquir pero es duro...
Treintañero y !!!!cuatro hijos!!!! El tio está desesperado.