Hace 15 años | Por masgod a pt.globalvoicesonline.org
Publicado hace 15 años por masgod a pt.globalvoicesonline.org

Un vendedor de palomitas de maíz se ha hecho famoso en Brasil no sólo por su espectacular éxito en un sector con aparentemente tan poco margen para la innovación, sino que además se está convirtiendo en una auténtica estrella en las escuelas de negocio, donde aconseja a profesionales y estudiantes sobre cómo afrontar la crisis. Texto en portugués, traducción (parcial) en el primer comentario.

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Mucho antes del inicio de la crisis económica global, un vendedor de palomitas de maíz brasileño ya iba camino de convertirse en un emprendedor muy famoso en el país, haciendo apenas lo que siempre hizo: vendiendo palomitas de maíz en la calle, pero con un toque personal. Valdir Novaki, de 36 años, solía trabajar como peón hasta llegar a Curitiba, en 1988, donde comenzó a trabajar como jornalero y en seguida como motorista. Sua ambición, en cambio, era conseguir una licencia para abrir su propio carrito de palomitas de maíz, y convertirse en un hombre de negocios exitoso. El mayor sueño de Valdir era convertirse en el mejor y más cualificado vendedor de palomitas de Brasil. Y lo consiguió.

Fueron 12 años de espera hasta que consiguió la licencia del Ayuntamiento, y en el momento en el que el sueño de Valdir se tornó realidad, él ya llevaba 3 años en el mercado, utilizando el carrito de palomitas que le alquilaba a un amigo. Al tener su propia licencia, Valdir pudo vender palomitas en un punto fijo en la Praça Tiradentes, donde trabaja desde entonces. El negocio creció rápidamente, de una forma nada convencional para un segmento tan limitado. Álvaro Borba nos cuenta lo que Valdir tiene de especial, y lo que hace que sea tan atractivo para los consumidores – consiguió innovar en un ramo donde la mayoría de las personas consideraría que no existe espacio para la imaginación:

Llevó el nuevo carrito para la Praça Tiradentes, en pleno centro de Curitiba, y ganó una identidad visual concebida especialmente para él. Surgió, también, el kit higiene, que incluye palito de dientes, servilleta, paquetito de lechuga (siempre providencial después de la comilona) y material promocional elogiando la calidad de los ingredientes, a los que el vendedor de palomitas hoy se refiere como “insumos”. En el bolsillo frontal de los uniformes que utilizaba estampó los días de la semana, para que los clientes tuvieran la certeza de que Valdir no usaba la ropa sucia del día anterior. Finalmente, creó un programa de fidelización para beneficiar a los más asiduos y un sitio web para divulgar la marca "Pipoca do Valdir".

Valdir ofrece dos promociones especiales por medio de tarjetas de fidelización: con una de ellas, el cliente gana un paquete de palomitas gratis por cada cinco comprados. Con la segunda, llamada “docena de diez”, el cliente paga por adelantado diez paquetes de palomitas y gana doce. En su web hay un mapa con su punto de venta, para que los nuevos clientes puedan encontrarle, y una descipción detallad de los equipamentos y productos, incluyendo los proveedores de materia prima. Valdir también comparte recetas de palomitas y curiosidades, adermás de testimonios de clientes. También da información sobre el trabajo voluntario que desarrolla para la institución para personas con minusvalías "Pequeno Cotolengo" y con el hospital oncológico Erasto Gaertner, donde lleva su carrito para insuflar ánimos a los niños. También informa sobre su nueva actividad profesional: conferencias de marketing e negocios.

A pesar de no haber tenido la oportunidad de finalizar la educación primaria, Valdir ahora aconseja a estudiantes y empresarios de todos los niveles. Hace poco más de un año, comenzó a viajar a lo largo de todo Brasil exponiendo sus consejos motivacionales y sus ideas emprendedoras, llevando inspiración. Algunas de sus ideas de cómo manejar los negócios proceden de Ricardo Coelho, un consultor y profesor de marketing y negócios, y cliente de Valdir. Dice que vio en el vendedor de palomitas un talento natural, y desde entonces le viene ayudando a dar un paso adelante y convertirse en conferenciante, en un ejemplo vivo de lo que es ser emprendedor y de cómo la vida real es una escuela con mucho más contenido que muchos best-sellers de marketing.

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#1 un genio del marketing, es muy bueno como consigue vender bien un producto del que estamos hartos, palomitas.

f

si nos ponemos a vender palomitas de mais vendran los cines y nos pondran un canon y iria contra nosotros llamandonos piratas