El brasileño reapareció en una iglesia evangélica de Girona en la que, después de dejar un enfervorecido mensaje de servidumbre hacia Dios, contó su experiencia de “salvación” en la cárcel gracias al “mensajero” divino que lo apoyó. Incluso relató un posible milagro."El Señor me dice, sírveme, y yo cuidaré, porque lo mío ya está hecho, pero el tuyo allá es contigo. Okey, Señor, gracias. Y un día, el Señor dice, cógelo eso y ponlo debajo de la cama. Yo cogí el pañuelito, debajo de la cama, y en una semana mi esposa estaba embarazada”.