Las nuevas fórmulas para eternizar las pintadas se convierten en un riesgo de producir quemadas a sus usuarios. Bruno, 13 años, vecino de Castelldefels (Barcelona), ha pagado muy cara su desmedida afición al graffiti. La voluntad de ver expresada permanentemente su firma en cristales y fachadas de mármol ha desembocado en importantes quemaduras en su pierna derecha. El niño se achicharró literalmente una de sus extremidades inferiores. Las quemaduras de segundo y tercer grado que le provocó el estallido del ácido comprimido en su taker.
Comentarios
Siento mucho el accidente pero el nene sabía perfectamente para que quería el taker con ácido fluorídrico.
Lo que seguro que no sabía es que este ácido es de las sustancias más peligrosas que existen.
Es lo malo de ser tonto, que te pueden pasar estas cosas.
Es un gilipollas, a mí con con 13 años ni de coña se me ocurría hacer el cafre deteriorando fachadas de forma permanente.
La noticia es del 2008...
#4 Comentarla me hace sentirme joven
La noticia será antigua en Barcelona pero aquí se está empezando a ver ahora.
``_Lo_ último entre los escritores de graffiti es estampar su firma con ácido''???
Tengo amigos que hacían esto hace cuatro años y sí ahora se dan cuenta de lo tontos que eran.
Más de un susto se llevaron pero vamos que esto tiene bastante tiempo.
Dice la madre:
«Es conveniente que los padres que saben que sus hijos se dedican al graffiti, se informen bien sobre qué materiales utilizan»
así nos va, en lugar de apretarle los webos al hijo grafitero por ser grafitero, el consejo de esta señora es que los padres estén al tanto de los productos que usan, ne lugar de aconsejarle que le eduquen para no aher grafitis...