c&P: "Lo cierto es que debemos estar muy agradecidos a los más necesitados que, aunque no las usan, también nos financian otras tantas empresas estatales como el Correo, que nos permite enviar cartas a precios subsidiados, y la Universidad Nacional de Buenos Aires, que nos permite estudiar gratis.Y por supuesto el Banco de la Nación Argentina, del que podemos obtener créditos subsidiados e, incluso, no devolverlos si conocemos a "la persona adecuada", y tantas otras empresas".
Comentarios
#5 La empresa sea pública o no, debe maximizar los beneficios. En todo caso ciertas administraciones pueden subvencionar a la empresa pública para realizar tareas de interés social. Pero ello debe estar perfectamente reflejado en el balance, un servicio 'x' deficitario y convenio firmado con la de C.A. de 'y' que cubre ese deficit.
Ejemplo, de nuevo, ideal de renfe. Por ejemplo la Junta de Extremadura esta haciendo un trabajo excelente en el tema ferroviario. Por el tipo de población que hay los servicios de Media Distancia en esta comunidad y entre esta comunidad y Madrid, son deficitarios, con lo que renfe no quiere cubrir, perfectamente lógico, estos servicios.
Solución, la Junta de Extremadura firma un convenio con renfe para que esta ponga los servicios que ella ha configurado y a cambio la Junta de Extremadura firma un convenio y paga el deficit generado. Esa es la manera de funcionar.
La empresa pública no tiene porque tener pérdidas contables.
Las empresas públicas pueden estar bien gestionadas, o mal gestionadas, al igual que las empresas privadas.
Aquí el problema es cuando viene alguien y dice (intento poner un ejemplo real) "Como renfe es una empresa pública, debiera poner precios más sociales". Ahí la hemos cagado. Si esa filosofía se introduce en la empresa pública, es cuando empieza a tener pérdidas hasta que estas son inasumibles para el estado que privatiza la empresa 'porque los poderes públicos no pueden llevar empresas'.
Cuando no es cierto, pueden haber empresas públicas bien gestionadas, pero para que esto sea así deben ser gestionadas con criterios empresariales, sin que la política se entrometa (y esto en beneficio de todos, porque si una empresa pública tiene pérdidas, las pagamos todos, pero si tiene beneficios, los recibimos todos).
Y he puesto un ejemplo de una empresa pública que creo que esta siendo bastante bien gestionada y que creo que no debería privatizarse (espero que se me tiren a la yugular a la de ya).
#3 El AVE es un claro ejemplo de una empresa pública bien gestionada, con un servicio de calidad a un precio adecuado no fijado por criterios políticos y además con un producto y una marca que es referente tanto por la cantidad de personas transportadas, como por la calidad del servicio.
El AVE se ha convertido en un transporte de masas. Allí donde se implanta el uso del tren se dispara y tiene el precio adecuado (es evidente por las cifras de ocupación)(*). Tiene un precio adecuado para el mercado que existe, por lo que digo, renfe es una empresa bien gestionada.
(*) Barcelona - Madrid, antes del AVE, 14 trenes de 260 pasajeros. Después del AVE, primero 40 de 400 pasajeros, luego 46 y a partir de septiembre 52 trenes de 400 pasajeros. No se llenan 52 trenes de 400 pasajeros cada uno, si estos tuvieran un precio para ricos. Y por cierto, al contrario del Madrid-Sevilla que reduce los trenes en vacaciones, la demanda de pasajeros de ocio está siendo tan elevada que renfe no ha reducido trenes en agosto-
Madrid-Sevilla: 48 trenes al día de 350 pasajeros.
Madrid - Málaga, no recuerdo las cifras, pero trenes reforzados por la demanda estival.
El AVE, sin embargo, es para pobres.
¿Por qué son malas las empresas estatales?
¿Por qué son ineficientes y siempre pierden dinero? Aunque sus balances muestren ganancias, suponiendo que sean verdaderas, siempre son negativas comparadas con otras inversiones de fácil alcance. Más allá de las arbitrariedades inevitables, en estas compañías que responden a los "criterios" de los políticos y no a razones económicas (léase, de ahorro de recursos en función de una mejor distribución), lo cierto es que el monopolio de la violencia que ejerce el Estado le permite manejarse de manera "independiente" del mercado (coacción de por medio), obteniendo recursos por vía impositiva u otras. Así, la eficiencia empresarial deja de ser una necesidad en "tiempo real" para convertirse, simplemente, en un esfuerzo innecesario e inútil.
Además de que las perdidas deben ser financiadas por todos los ciudadanos, incluidos los pobres, esta ineficiencia perjudica más a los de menores recursos porque provoca menor productividad, esto es, menor ahorro, ergo menor inversión, disminuyendo la demanda de mano de obra y toda la presión para que aumenten los salarios.
La clave del articulo.
No se deben aplicar los criterios de maximización del beneficio a las empresas públicas. Al menos a algunas de ellas, las que cumplen una función social porque garantizan bienes y servicios en los que las privadas no quieren entrar, no pueden entrar, o si lo hicieran no garantizarían un acceso equitativo para los usuarios.
Desde luego, la ineficiencia es más acusada en algunas de esas empresas. Otras no tienen esa función social, sino que son un mero vehículo de monopolio, o una estratagema de la Administración para regir por un más ágil derecho privado (sobre todo laboral) lo que sería una actuación puramente administrativa.
Pero insisto, hay cosas que no deben dejarse al puro ánimo del beneficio inmediato de las empresas privadas. Y si siendo públicas, dan "pérdidas" contables, y tienen que recurrir a la financiación pública vía impuestos, pero satisfacen una utilidad social general con valor económico no contabilizado, ¿dónde está el problema?
Y no me hagais traer el ejemplo de la sanidad, que me cabreo...
#6 Totalmente de acuerdo contigo. Es una cuestión meramente contable, según se manejen datos tipo BAI (beneficio -o pérdida- antes de impuestos) y antes de subvenciones, o no.
Precisamente, ya me había referido yo a esas subvenciones (financiación vía impuestos).