21 de febrero, Ben Zhou, director de criptomonedas Bybit encendió su ordenador, hace una transferencia de 401.000 tokens de Ethereum. Una operación rutinaria. La hacía cada vez que la plataforma necesitaba liquidez. Sólo media hora después, su director financiero le llamaba para darle el disgusto de su vida. su sistema había sido hackeado y 1.500 millones de dólares (unos 1.200 millones de euros) habían volado en cuestión de segundos. Se había convertido en protagonista del mayor robo de la historia.
|
etiquetas: robo , criptomonedas , economía