Empezaron el verano mal y han terminado peor. Las sociedades concesionarias de las autopistas del Sureste y de Costa Cálida, Ausur y Aucosta, siguen negociando con el Ministerio de Fomento una solución financiera a la delicada situación por la que atraviesan debido a la caída del número de usuarios
La mayoría de estas infraestructuras, como los montones de kilómetros de AVE proyectados o una gran cantidad de aeropuertos (Murcia tiene uno pendiente de inaugurar y ni siquiera tiene compañías interesadas en volar allí), se están demostrando absolutamente inútiles, una forma de contentar a las constructoras, que se llegaron a convertir en las grandes empresas del país (dinero que muchas de ellas emplearon en comprar partes importantes de otras grandes empresas: Repsol, Iberdrola, Endesa...). Como se ve, el empresario español siempre innovador, exportador y arriesgado.
Comentarios
Si no les resultan rentables que renuncien a la concesión y las pasen al estado.
Cualquier otra solución es corrupción.
Normalmente cuando baja la demanda, se baja el precio, no se pide ayuda a papá estado.
#3 ¡Ahí les duele.!
Cuando los del jamón vieron bajar su número de clientes, bajaron los precios.
Claro, ahora todos van por autovía, para que les multen ¿o será que de verdad hay crisis y la gente no sale?
Todo el mundo le llora al estado, y el problema es que este gobierno cede ante cualquiera, subida de tarifas en 3.2.1..
#1 Privatizar servicios con beneficios y socializar las pérdidas.
#1 #2 La historia se repite. De los beneficios de la A-9 gallega no hablamos...
A ver, así sin darle muchas vueltas. Que les jodan.
Hay que preguntarles si tenian previsto mejorar la concesión si hubiesen tenido beneficios?
La mayoría de estas infraestructuras, como los montones de kilómetros de AVE proyectados o una gran cantidad de aeropuertos (Murcia tiene uno pendiente de inaugurar y ni siquiera tiene compañías interesadas en volar allí), se están demostrando absolutamente inútiles, una forma de contentar a las constructoras, que se llegaron a convertir en las grandes empresas del país (dinero que muchas de ellas emplearon en comprar partes importantes de otras grandes empresas: Repsol, Iberdrola, Endesa...). Como se ve, el empresario español siempre innovador, exportador y arriesgado.