Publicado hace 11 años por --175578-- a internacional.elpais.com

La imagen dio la vuelta al mundo: unos agentes pertrechados como para aniquilar extraterrestres apuntan a un hombre escondido en un armario, con un niño aterrorizado en sus brazos. Corría el amanecer del 22 de abril de 2000. Aquella foto, ganadora del premio Pulitzer, plasmaba el desenlace desmesurado de una historia que había comenzado seis meses antes, cuando Elizabeth Brotons se embarcó con su hijo Elián, de seis años, en un precario bote de aluminio para huir de su Cuba natal rumbo a Florida...

Comentarios

D

Si hubiera ido a Miami, sería un héroe. Pero como se quedó en Cuba y encima apoyando la revolución, es un mierda. Resumo lo que quiere decir el artículo del diario independiente El País.

sotillo

El crío llevaba dos días a la deriva, resguardado por unos delfines. Me quedo con esto, me parece lo mas "humano" de la historia

Black_Diamond

#3 Sí, me temo que los delfines son los únicos buenos de esta historia.

D

Ha tenido mejor destino que sus compatriotas opositores despreciados por el PP:
http://lapupilainsomne.wordpress.com/2011/07/29/en-espana-hay-plantados-y-plantados-2/

w

Menos mal (para Fidel) que "ha decidido" ser militar, si le da por el Deporte, al primer partido fuera de Cuba, tienen que volver a mandar a la Poli para que regrese a Cuba...

neyla

¿Cómo sería su vida de haberse quedado en EE UU?, le preguntaron una vez a Elián en una de esas entrevistas autorizadas. “Como los intereses del imperio son monopolizar el mundo, desarrollar industrias, obtener capital, tal vez podría tener mucho dinero. O tal vez no. Podría ser manipulado como un juguete (...) quién sabe qué pueda hacer el imperio con tal de continuar con sus patrañas. Me tomarían como una figura política para manipularme a su forma”.

A los 11 años, Elián pronunció un discurso en la Tribuna Antiimperialista de La Habana. A los 14, recibió el mentado carné de las juventudes comunistas. A los 15, se incorporó a la llamada Batalla de Ideas, una campaña de reafirmación revolucionaria lanzada por Castro cuando Elián estaba en Miami. Al cumplir 16, coincidiendo con el décimo aniversario de su retorno, ingresó en la escuela militar.

Parece que Fidel Castro puede respirar tranquilo. Elián tiene asumido su papel ejemplar, a tenor de sus declaraciones. Por ejemplo: “Estoy orgulloso de poder dar un aporte a la revolución”; “el papel de la juventud es estar en la vanguardia revolucionaria”; “nuestro comandante Fidel Castro es lo máximo para nuestra historia, el pueblo de tan solo verlo retoma su fe, sus esperanzas y se siente feliz”...