Debo reconocer, sin embargo, que el motivo de esta carta procede de unas declaraciones suyas en un acto electoral en las que apuntaba a “esos nacionalistas que tocan el piano”. Me propongo no citar siglas en ningún momento, pero obviamente se refería usted a Xosé Manuel Beiras, aunque el alcance de sus palabras va más allá de su legítimo interés por captar votantes para su candidatura: usted, señor presidente, considera que el hecho de tocar el piano descalifica a cualquiera, en este caso a su enemigo político.
Comentarios
Y mientras un músico muestra cordura, Santi Santos, de Los Limones, haciendo campaña con la banda sonora para Feijó.
El desprecio que nuestra clase política muestra hacia las artes y en concreto hacia la música debería hecernos reflexionar la hora de depositar nuestra confianza en ellos.
No hay que despreciar nada, por ejemplo, para llegar a la cima de un partido político hay que chupar pollas, que es un arte y hay que valer también.
a ver cuando se ponen de moda las cartas cerradas porque ya estoy artito del titular predefinido
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