Unos días después de los terribles incendios que asolaron nuestra tierra creo que ya es el momento para escribir unas líneas que me hubiera gustado no escribir nunca. Estos días han servido, primero para dejar trabajar a los cientos de personas que han hecho posible la extinción de los dos incendios, para comprobar la gravedad de los daños sufridos y sobre todo para reflexionar mucho lo que iba a decir ya que escribo estas líneas como triple afectado por los incendios.
En primer lugar, como un valenciano cualquiera que, sin importar si alguna vez he estado en ningún paraje de los afectados se quiere que su patrimonio se conserve en buen estado. Como patrimonio entiendo tanto los bosques que hemos perdido y que tardarán unos veinte años en recuperarse (eso si tenemos suerte y la desertificación no acaba con ellos) y el dinero que pague en impuestos a la administración. La crisis económica ha hecho que las partidesdestinades a prevención y extinción de incendios forestales hagendisminuït hasta un ochenta por ciento pero por desgracia para nuestros gobernantes ese ahorro que tanto deseaban se ha perdido ya que las ayudas que han prometido son mayores así que como dicen en castellano lo comido por lo servido. Simplemente por este motivo se ha de calificar como mínimo de negligente su gestión como jefe de la conselleria de gobernación ya que ha malbarat los presupuestos públicos poniendo en peligro la vida de muchos ciudadanos y generando unas pérdidas mucho mayores que el ahorro prometido. Además hay que añadir que por la magnitud de los incendios, con varios pueblos como Teresa, lesAlcubles o Dos Aguas que han visto calcinado casi la totalidad de su término municipal, las perspectivas laborales de estas zonas de interior son ahora mucho más reducidas que hace un par de semanas. No sólo se han visto afectadas la agricultura y la ganadería, actividades como la apicultura, la caza o el turismo rural están condenadas a la desaparición ya que pocos turistas querrán, por ejemplo, pasar un romántico fin de semana en un hotelito con encanto y vistas a una montaña negra. Por este motivo y con un punto de vista práctico, debido a su mala praxis como gobernante pida su dimisión.
En segundo lugar me he visto afectado como usuario de muchos de los parajes quemados. Ya lo dije en otro post, una de mis aficiones es el ciclismo y desde Torrent, mi localidad, la mejor opción es ir hacia el interior y rodar por carreteras de Turís, Alborache, Real o Dos Aguas, todas ellas afectadas por los incendios. Además casi toda mi familia es del Alto Palancia y una parte de ella, en concreto de Altura. Por eso mis abuelos veraneaban todos los años a laCova Santa donde yo también he disfrutado de largas estancias y muchísimas veces de una tradición tan valenciana como la paella del domingo. Los recuerdos que tengo de la Cueva Santa son imborrables pero los que tendrá mi hija dentro de unos años serán por fuerza muy diferentes, por ello y desde un punto de vista sentimental pida su dimisión.
En tercer lugar he sido directamente afectado por el incendio de Andilla. Mi familia tiene desde hace generaciones un campo en la partida de la Hoya Santa, en termed'Altura, cerca de la masía de Rivas donde se frenó el incendio. Da la casualidad que nuestro campo ha sido el'' último de los afectado por esa zona. Bueno, realmente no es casualidad ya que cuando un campo está trabajado la cantidad de matorrales es menor y la separación entre árboles mayor, lo que hace que actúan como cortafuegos. Como el campo situado justo encima de nuestro está abandonado el fuego nos llegó, pero a la vez sirvió para impedir que el desastre llegará a nuestros vecinos de abajo. Por suerte, los daños que he sufrido no son ni muy lejos vitales para nuestra economía ya que se limitan a unos pocos árboles, sobre todo olivos que contribuyen a crear unos de los mejores aceites de oliva del mundo. Nuestra situación no es crítica como la de muchos otros afectados por los incendios que ven como peligra la supervivencia de su modo de vida, pero en este mundo tan tecnificado en el que vivimos creo que es positivo y necesario el la pervivencia de nuestras tradiciones y el mantenimiento de los lazos con nuestra tierra y cultura, lo que hacíamos entre otras formas con la recolección anual de las aceitunas de los árboles plantados por nuestros antepasados. Por ello y como afectado directo pida su dimisión.
Pero además se suele decir que un hombre es esclavo de sus palabras y sus en concreto fuesen que los resultados son la única realidad objetiva. Por desgracia para usted y para todos los valencianos los resultados lo dejan en mala posición. Por lo tanto aunque sé que tal vez pida demasiado a un político, por simple coherencia personal le exijo algo muy su dimisión.
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Unos días después de los terribles incendios que asolaron nuestra tierra creo que ya es el momento para escribir unas líneas que me hubiera gustado no escribir nunca. Estos días han servido, primero para dejar trabajar a los cientos de personas que han hecho posible la extinción de los dos incendios, para comprobar la gravedad de los daños sufridos y sobre todo para reflexionar mucho lo que iba a decir ya que escribo estas líneas como triple afectado por los incendios.
En primer lugar, como un valenciano cualquiera que, sin importar si alguna vez he estado en ningún paraje de los afectados se quiere que su patrimonio se conserve en buen estado. Como patrimonio entiendo tanto los bosques que hemos perdido y que tardarán unos veinte años en recuperarse (eso si tenemos suerte y la desertificación no acaba con ellos) y el dinero que pague en impuestos a la administración. La crisis económica ha hecho que las partidesdestinades a prevención y extinción de incendios forestales hagendisminuït hasta un ochenta por ciento pero por desgracia para nuestros gobernantes ese ahorro que tanto deseaban se ha perdido ya que las ayudas que han prometido son mayores así que como dicen en castellano lo comido por lo servido. Simplemente por este motivo se ha de calificar como mínimo de negligente su gestión como jefe de la conselleria de gobernación ya que ha malbarat los presupuestos públicos poniendo en peligro la vida de muchos ciudadanos y generando unas pérdidas mucho mayores que el ahorro prometido. Además hay que añadir que por la magnitud de los incendios, con varios pueblos como Teresa, lesAlcubles o Dos Aguas que han visto calcinado casi la totalidad de su término municipal, las perspectivas laborales de estas zonas de interior son ahora mucho más reducidas que hace un par de semanas. No sólo se han visto afectadas la agricultura y la ganadería, actividades como la apicultura, la caza o el turismo rural están condenadas a la desaparición ya que pocos turistas querrán, por ejemplo, pasar un romántico fin de semana en un hotelito con encanto y vistas a una montaña negra. Por este motivo y con un punto de vista práctico, debido a su mala praxis como gobernante pida su dimisión.
En segundo lugar me he visto afectado como usuario de muchos de los parajes quemados. Ya lo dije en otro post, una de mis aficiones es el ciclismo y desde Torrent, mi localidad, la mejor opción es ir hacia el interior y rodar por carreteras de Turís, Alborache, Real o Dos Aguas, todas ellas afectadas por los incendios. Además casi toda mi familia es del Alto Palancia y una parte de ella, en concreto de Altura. Por eso mis abuelos veraneaban todos los años a laCova Santa donde yo también he disfrutado de largas estancias y muchísimas veces de una tradición tan valenciana como la paella del domingo. Los recuerdos que tengo de la Cueva Santa son imborrables pero los que tendrá mi hija dentro de unos años serán por fuerza muy diferentes, por ello y desde un punto de vista sentimental pida su dimisión.
En tercer lugar he sido directamente afectado por el incendio de Andilla. Mi familia tiene desde hace generaciones un campo en la partida de la Hoya Santa, en termed'Altura, cerca de la masía de Rivas donde se frenó el incendio. Da la casualidad que nuestro campo ha sido el'' último de los afectado por esa zona. Bueno, realmente no es casualidad ya que cuando un campo está trabajado la cantidad de matorrales es menor y la separación entre árboles mayor, lo que hace que actúan como cortafuegos. Como el campo situado justo encima de nuestro está abandonado el fuego nos llegó, pero a la vez sirvió para impedir que el desastre llegará a nuestros vecinos de abajo. Por suerte, los daños que he sufrido no son ni muy lejos vitales para nuestra economía ya que se limitan a unos pocos árboles, sobre todo olivos que contribuyen a crear unos de los mejores aceites de oliva del mundo. Nuestra situación no es crítica como la de muchos otros afectados por los incendios que ven como peligra la supervivencia de su modo de vida, pero en este mundo tan tecnificado en el que vivimos creo que es positivo y necesario el la pervivencia de nuestras tradiciones y el mantenimiento de los lazos con nuestra tierra y cultura, lo que hacíamos entre otras formas con la recolección anual de las aceitunas de los árboles plantados por nuestros antepasados. Por ello y como afectado directo pida su dimisión.
Pero además se suele decir que un hombre es esclavo de sus palabras y sus en concreto fuesen que los resultados son la única realidad objetiva. Por desgracia para usted y para todos los valencianos los resultados lo dejan en mala posición. Por lo tanto aunque sé que tal vez pida demasiado a un político, por simple coherencia personal le exijo algo muy su dimisión.