No creo que, cuando encargó su construcción en 1894, el emperador alemán Guillermo II pensara que la catedral de Berlín, Berliner Dom, acabara alguna vez de tal guisa. Y es que hasta hace bien poco el graffiti no se consideraba un arte. Pero resulta espectacular con la proyección del artista del graffiti Jaybo.
Comentarios
Pedazo de horterada. Pico y pala para el grafitero.
Supongo que os habreis dado cuenta que es una iluminación, y no es que la hayan pintado realmente...
Eso es una gamberrada, que se dedique a su arte en los muros de los solares, incluso en los vagones de mercancías pero en otras obras de arte no
Pues la encuentro fea así, seré más clasicote, que queréis que os diga...
Además que a los heavies nos molan las catedrales así en plan tétrico y tal, y esta parece de los teletubbies