Las gallinas, por modernas que se vean con sus plumas, son en realidad descendientes directas de los dinosaurios, algo que todavía está presente en su genética. Científicos de la Universidad de Harvard lograron acceder a esos genes para enviar de vuelta a los pollos al cretácico, creando un ave con una mandíbula similar a la de los caimanes. Si bien hoy en día las gallinas y los caimanes son animales diferentes, en la prehistoria tuvieron un ancestro común. En algún punto, las gallinas evolucionaron por su lado para convertirse en lo que son...
Comentarios
maravilloso, es lo que les hacia falta a las gaviotas!!!
Elegante, divertido y práctico. Qué más se puede pedir?
Hoygan, los agrocanis les damos las gracias, el pitbull me se murió...
Si se los pusieran a los patos y otras anátidas, lo mismo las cazaban menos.
No se escribe AVE, se escribe AV€... ¡Oh, wait!
Han creado ...nada. El pollo en cuestión no existe y, me temo, no existirá por lo pronto. Titular sensacionalista.