¿Qué podemos aprender de unos tíos disfrazados de caballeros medievales que se descojonan de un conejo blanco y al final mueren desangrados por listos? Muchas cosas, a saber: La primera condición para que alguien te haga daño, es que ese alguien tenga poca pinta de poder hacértelo. Que tenga un aspecto de lo más inofensivo, como un adorable conejito blanco. La segunda condición para que alguien te haga daño es que tú te lo dejes hacer. Que seas vulnerable. Que vayas completamente indefenso al encuentro del conejito blanco.
Comentarios
¡Niiii!
Jaja. Lo cierto es que esta escena me dejó traumatizado de pequeño (aquello de que un inocente conejo fuese un despiadada bestia asesina me descuadró un poco). Ni que decir tiene que no me he vuelto a fiar de un conejo en la vida.
En VO, como se debe oir.
Siempre existe una Santa Granada de Antioquía
Como siempre dice mi abuela: "Dios me libre del agua mansa que de la turbia ya me libro yo".