El artista de Figueras continúa siendo un personaje incomodo para Cataluña. La Ciudad Condal sigue sin concederle su nombre a una calle."La izquierda nunca le perdonó su adscripción vaticana y franquista", señala Josep Massot, periodista cultural y experto en Dalí y Miró. Y añade: "Y el nacionalismo, además de su colaboración con la dictadura, tiene aún presente su pose a favor de una España imperial".
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