Tenemos una baraja en la que sólo existen las cuatro cartas que se ven abajo. En esta baraja, las cartas tienen tanto en sus caras como en sus dorsos o letras o números, cumpliéndose la regla de que si en una cara hay una letra, en el dorso habrá un número y viceversa. Por ejemplo, en el dorso de la primera carta (A) habrá necesariamente un número cualquiera mientras que en la carta tercera (4) habrá siempre una letra...
El ejemplo de las cuatro cartas está muy bien, pero su comparación con el tema de elección de universidad está profundamente mal realizado.
Si la premisa es que no se sabe nada del plan de estudios o profesorado de las universidades, en ese caso la decisión en base a factores de cercanía y economía son obviamente lógicos.
(Sobre las cartas... ¿Cómo puede haber alguien que piense que hay que levantar la segunda carta?)
Comentarios
El ejemplo de las cuatro cartas está muy bien, pero su comparación con el tema de elección de universidad está profundamente mal realizado.
Si la premisa es que no se sabe nada del plan de estudios o profesorado de las universidades, en ese caso la decisión en base a factores de cercanía y economía son obviamente lógicos.
(Sobre las cartas... ¿Cómo puede haber alguien que piense que hay que levantar la segunda carta?)