«Un notario llamó a mi casa hacia las nueve de la noche, subió a la vivienda y me leyó el informe presentado por Laminaciones Arregui en el que explica el despido», consecuencia del expediente de regulación de empleo (ERE) de extinción presentado para toda la plantilla. El testimonio corresponde a un ya extrabajador de Celsa Atlantic, que recibió de esta manera el lunes la confirmación de que dejaba de pertenecer a la empresa dedicada al acero y los tubos soldados.
Comentarios
¿Realmente hace falta utilizar un notario para notificar el despido a un trabajador?. Me parece que se han pasado tres pueblos con las formas.
Un notario, a domicilio y a las nueve de la noche... Les salió más cara la notificación que el finiquito.
... yo no abro nunca la puerta a maleantes.
Justo hoy empezaban también las rebajas de notarios, les salía más barato que el burofax...